A
día 7 de agosto de 2016, después de una legislatura fallida y otra a punto de
fallir, no sé a qué juegan nuestros políticos. Anda el llamado Presidente en
funciones como ánima en pena recabando apoyos para poder iniciar una nueva
legislatura, según el encargo del Rey, puesto que fue quien más votos obtuvo en
las últimas elecciones y el único que creció en escaños respecto a las
fallidas. Pero no consigue sumar apoyos ni a la de tres. Evidentemente no los
ha pedido a los “enemigos naturales” de la izquierda, la red clientelar del
subdesarrollo andaluz incrustada en IU, puestas ahora al servicio de los
conocidos como antisistema, porque le negarían el pan y la sal. Recibe, pese a
los resultados electorales, rotundas calabazas (“no es no”) de otro candidato
que pudiera tener aspiraciones a la Presidencia si consiguiera recrear un nuevo
Frente Popular y permitiera el golpe de Estado que a cámara lenta urden los
sediciosos del separatismo. Parece que intenta también encandilar al jefe de
otra facción que me resulta sinceramente un tantico vanidoso y al que creo le
falta aún un hervor. Por lo que el aspirante, pese al mandato del Rey, se encuentra
compuesto y sin novia en el limbo de la espera. Aunque como parece gozar de
paciencia ilimitada, quizá termine encandilando alguna.
RECUERDA:
El que la sigue la consigue
Pobre porfiado saca mendrugo
El que escarba lo que quería halla
Porfiar y por fiar te puedes arruinar
Si haces barato, venderás más de cuatro
No te digo que te vistas, pero ahí tienes la ropa
Aunque el bien se retrase, si se alcanza, nunca es tarde