sábado, 10 de enero de 2015

Apostillas al refranero. Santos de épocas frías


            Con el concilio Vaticano II se llegó a la culminación de una serie de reformas litúrgicas que se habían iniciado con Pío X y que han ido encaminadas a que las celebraciones de la liturgia se realizaran a la luz del misterio pascual. Por ello, con la reforma del Calendario Litúrgico han desaparecido una serie de fiestas de santos sobre quienes los hagiógrafos no han encontrado noticias históricamente confirmadas, aunque hayan sido santos de gran arraigo en las tradiciones populares. De esta etapa otoño-invernal una de ellas es la de santa Catalina de Alejandría, cuya celebración se hacía el 25 de noviembre. Mártir de la época del emperador Majencio o quizá de Maximino, después de una vida llena de acontecimientos prodigiosos, conversiones de paganos, intervención de los ángeles para transportar su cuerpo decapitado al monte Sinaí, su fama había inspirado refranes meteorológicos y relacionados con la vida del campo [“Por santa Catalina, saca la fajina”; “quien quiera una oca fina la ponga a engordar por santa Catalina”], tanta era su importancia. Caso semejante es el de santa Bárbara de la que --dicen-- solo nos acordamos cuando truena. Su fiesta se celebraba el 4 de diciembre. Joven bellísima, su padre hubo de construir una torre para alejarla de tanto pretendiente moscardón como tenía. Antes de entrar  la torre se sumergió tres veces en el agua y se bautizó en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Pidió además que en la torre hubiera tres ventanas, símbolo de la Trinidad, en lugar de las dos proyectadas. Cuando su padre descubrió que era cristiana se dispuso a matarla, mas ella se evadió traspasando los muros de la torre. Capturada, su propio padre la decapitó, pero fue consumido por un fuego arrebatador que no dejó de él ni cenizas. El que desapareciera la fiesta no significa que sus nombres desaparecieran del Martirologio romano, catálogo de todos los santos venerados por la Iglesia. Además, si una diócesis, nación, región o población desea celebrarla, puede hacerlo a título particular y facultativamente.

 
RECUERDA:

 
Por santa Marina, boga y sardina
Por san Andrés, todo el tiempo noche es
Por san Andrés, toma el puerco por los pies
Por san Siste, busca las uvas donde las viste
Por san Martino, todo el mosto es buen vino
Entre los Santos y Navidad, invierno de verdad
Santo Tomé, quien no tuviere puerco mate la mujer
San Simón y san Judas, mata los puercos y tapa las cubas
Por santa Marina, ve a ver tu viña; cual la hallares la vendimia

 
Dichoso mes que empieza con los Santos y acaba con san Andrés

miércoles, 7 de enero de 2015

Apostillas al refranero. Oficios y beneficios

[Mas no ha de salir de aquí]
 
Yo, que nunca sé callar                                               Dicen, y es bellaquería,
y solo tengo por mengua                                            que hay pocos cogotes salvos;
no vaciarme por la lengua,                                         y que, según hay de calvos,
y el morirme por hablar,                                             que, como hay zapatería,
a todos quiero contar                                                  ha de haber cabellería
cierto secreto que oí                                                    para poblarlos allí
Mas no ha de salir de aquí.                                    Mas no ha de salir de aquí.
 Mediquillo se consiente                                                Los perritos regalados
que al que enferma y va a curallo,                               que a pasteleros se llegan,
yendo a mula, va a caballo,                                         si con ellos veis que juegan,
y por la posta el doliente,                                            ellos quedarán picados:
Y viéndole tan valiente,                                              habrá estómagos ladrados,
llámanle el doctor Sophí.                                            si comen lo que comí.
Mas no ha de salir de aquí.                                    Mas no ha de salir de aquí.
 Mandádose ha pregonar                                             Y afirman, en conclusión,
que digan, midiendo cueros.                                       de los oficios que canto,
¡Agua va!” los taberneros,                                          que ya no hay oficio santo
como mozas de fregar;                                                sino el de la Inquisición;
que dejen el bautizar                                                   quien no es ladrillo es ladrón,
a los curas de Madrí.                                                  toda mi vida lo oí.
Mas no ha de salir de aquí.                                  Mas no ha de salir de aquí.
 
                                                                                                                                                   Francisco de Quevedo
RECUERDA:
 
Oficio quita vicio
Quien trata en lana oro gana
Quien tiene oficio tiene beneficio
De sastre a sastre, las tiras de balde
De barbero a barbero no pasa dinero
Entre sastres no se pagan las hechuras
Quien trata en miel siempre se le pega
Jornal de escardadera, si de él come no cena
Aguadores y taberneros del agua hacen dineros
Jornal de obrero entra por la puerta y sale por el humero
 
 Taberna sin gente poco vende