sábado, 3 de enero de 2015

Apostillas al refranero. León apacible

            En Alfa y Omega de 30.10.14 he leído un delicioso texto de Caty Roa en que pone de manifiesto que su suegro, León, todo lo hacía fácil, hasta el punto de que hizo fácil incluso el momento de su muerte. Por la mañana dijo a quienes lo atendían que Dios lo estaba llamando, y al atardecer falleció, como quien se queda apaciblemente dormido. De él extraigo un fragmento para compartir con quien acceda a esta página: “Mi suegro era un León manso, manso y fuerte al mismo tiempo, paradójicamente manso y fuerte. Fuerte como hombre de campo, como hombre cabal. Lo demostró cuando murió su hija Cristina... Manso como hijo de Dios, como oveja de su rebaño. Él se definía a sí mismo así: Yo soy cristiano. Y tenía la virtud más hermosa de un cristiano: la acogida, la hospitalidad. Recuerdo que al vernos abría los brazos de par en par y sonreía, compartiendo la sobreabundancia de su corazón. El mensaje era elocuente: daba igual lo que hubieras hecho, eras bienvenido...Tenemos la certeza de que León, que siempre nos acogió, que nos abrió sus puertas a todos, habrá tenido ahora su bienvenida en el cielo, que las puertas se le habrán abierto, como él las abría para todos, y de que los ángeles se alegrarán con su sonrisa.”
 
RECUERDA:
 
Haz bien y no mires a quien
Caridad con trompeta no peta
Mira adelante y no caerás atrás
Harto da quien da lo que tiene
La bondad, quien la tiene la da
Por hacer el bien nunca se pierde
Come arena antes de hacer vileza
Al bien buscarlo, al mal esperarlo
Ama a quien no te ama y responde a quien no te llama
No hagas tantas mercedes que lleves las manos por las paredes
 
 El olivar te hará bien si le haces mal


miércoles, 31 de diciembre de 2014

Apostillas al refranero. Hurones y conejos

            Muerta Trotaconventos, el arcipreste de Hita se halla desvalido en cuestiones amorosas, así que ha de echar mano de lo primero que encuentra, porque acaba ya febrero, empieza marzo, época casi primaveral en que han de iniciarse los requilorios y escarceos amorosos. ¿Y qué es lo que halla? Encuentra a Hurón, criado indiscreto. Detengámonos un momento en el nombre del nuevo mandadero, porque cuando Juan Ruiz pone un nombre no es al azar, lo elige para que coincida con la psicología que debe ofrecer el personaje. ¿Qué es un hurón? Un pequeño mamífero carnicero de cuerpo muy flexible y prolongado, de cabeza pequeña, dotado de glándulas anales que despiden olor nauseabundo y que se emplea en la caza de conejos, a los que acosa en la madriguera encarnizadamente. Lo que sucede es que el nuevo Hurón quizá además del olor, del acoso, ahora a las conejas, tenía catorce defectos. Era mentiroso, ladrón, beodo, chismoso, tahúr, peleador, goloso, pendenciero, reñidor, zahorí, asqueroso, agorero, imbécil y perezoso. De todos modos, como el arcipreste estaba urgido, se aplicó una conseja que no es precisamente la que os voy a decir, pero la digo porque la entenderéis perfectamente y lo mismo que la de Juan Ruiz habla de burro y cuesta: ‘Pa las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo yo bien las subo’, así que lo envió a cobrar presa, en realidad él dice a buscar funda, para una nueva coyunda, y le confió unos versos que debía leerle en intimidad. Pero Hurón los iba declamando a voz en grito por en medio del mercado, con lo que la conejita se retrajo..., y lo demás se adivina.
 
RECUERDA:
 
 Quien mucho habla mucho yerra
En boca cerrada no entran moscas
Habla poco, escucha asaz y no errarás
Mucho sabe quien no sabe si callar sabe
Una aguja para la bolsa y dos para la boca
No hables sin ser preguntado y serás estimado
No hay mejor palabra que la que está por decir
Nada hay tan escondido que no llegue a saberse
Nunca más bien me hallé que cuando menos hablé
Boca cerrada y ojo abierto no hicieron jamás desconcierto
 
 ¿Me guardarás un secreto, amigo? Mejor si no te lo digo


domingo, 28 de diciembre de 2014

Apostillas al refranero: Ovejas y lobos


             Hojeando y ojeando el periódico el día 24 de diciembre, no sé por qué me sentí irresistiblemente atraído por una noticia de las que yo considero truculentas y que me producen sarpullidos, por lo que las suelo dejar de lado. Se hallaba en las páginas dedicadas a la Comunidad de Madrid, concretamente en la 92. Os aseguro que no sé qué fue lo que pudo atraer mi atención: el hecho es que a pesar de todos los pesares me encontré leyéndola. Se hallaba en la sección TRIBUNALES y la entradilla rezaba así: “El Supremo ratifica los 65 años para el secuestrador del los hermanos del pozo”. El cuerpo continuaba: “El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, de 16 de abril de 2014, que condenó a Juan José Ramos a 65 años de prisión por dos delitos de tentativa de asesinato, uno de violación y dos de detención ilegal. Las víctimas, dos hermanos rumanos que entonces tenían 10 y 8 años”. Os aseguro que me quedé pasmado, boquiabierto, turulato. El resto de la noticia refería con pelos, señales y detalles sadomasoquistas el comportamiento vergonzosamente delictivo de Juan José Ramos, quien ya había sido condenado  y encarcelado por violación en 1983. Cuando acabé de leer el texto me quedé tan alelado que hasta sonreí por aquello de que la casualidad puede jugarnos muy malas pasadas. Sin embargo, a medida que me rehacía del abobaliconamiento sentí el enfado que debió experimentar Alejandro Magno el día en que se dirigió a uno de los oficiales de su ejército, colombroño suyo, individuo de conducta deplorable, para ordenarle el dilema de que o cambiaba de nombre o cambiaba de vida. Aunque, superado el calentón, me he planteado que quizá sería agradablemente divertido llevar una doble vida. Y que tal vez la lleve ya de hecho de un tiempo a esta parte, a juzgar por el sueño que arrastro. Además, ¿alguno de vosotros ha seguido mis pasos, de modo que pueda defender lo contrario? ¿Y quién se atrevería a defender a capa y espada que nunca he estado en la cárcel? Por de pronto, ya os he hecho la trampa de no decir el segundo apellido de JJRamos.

 
RECUERDA:

 Guárdate del agua mansa
Piel de oveja y carne de lobo
Cara de beato y uñas de gato
Por una parte unta y por la otra punza
Delante hago acato, y por detrás rey mato
El rosario al cuerpo y el diablo en el cuerpo
Dicen que eres bueno: mete la mano en tu seno
El gato de Marirramos halaga con la cola y araña con las manos
 

 En el mejor vino hay heces