domingo, 20 de noviembre de 2016

Apostillas al refranero. La plepa


            Cierto día, hace muchos años, se encuentra uno por vez primera con la palabra plepa, cuyo significado ignora. Como es razón, la busca en el Diccionario de la RAE, que la define como persona animal o cosa que tiene muchos defectos en lo físico o en lo moral. Como indica, además, que es de origen incierto, uno acude al Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Joan Corominas, por aquel entonces recién adquirido, donde se informa de que es un vocablo que entra en nuestra lengua a mediados del XIX, de origen incierto, aunque, como es palabra viva, sobre todo en el Noroeste quizá se haya extraído del asturiano ‘plepayu’, un objeto inútil. Y uno, que es muy disciplinado, acata la explicación. Pero un buen día, al cabo de los años, cae en manos de uno un breve y delicioso articulito del periodista Luis Ignacio Parada, Teoría y práctica de la plepa, en una columna que escribía en ABC, titulada Tirando a dar. En él refiere con gran donaire que existe un libro titulado Aventuras y desventuras de un soldado viejo natural de la villa de Borja, cuyo autor, Romualdo Nogués, explica que durante la invasión francesa había en Sevilla un intendente francés que compraba caballos para el ejército napoleónico. Las gentes de los alrededores le llevaban animales en no muy buen estado, así que, cuando encontraba alguno tarado, exclamaba enfáticamente en francés: “Plaît pas” (‘no me gusta), que suena “Ple pa”. Y como tenía que decirlo con mucha frecuencia, la frase se hizo famosa y con el término ‘plepa’, pasó a designarse primero el caballo con tacha y después se extendió a todo lo rehusable tanto física como moralmente. Y a uno le agrada la explicación y la prohija y la hace suya.

RECUERDA:

 Moza galana, cabeza vana
Moza resera, o puta o parlera
Moza mala, a porradas hace la cama
Moza garrida, o bien guardada o bien perdida
Mozas locas y por casar, mal ganado es de guardar
A la moza y a la parra no se las ve hasta alzarles la falda
Moza que muchas veces va a la plaza, en alguna se embaraza

 Una moza en un mesón y una higuera en el camino; un tentón y otro tentón, se va madurando el higo