domingo, 19 de febrero de 2017

Apostillas al refranero. Personajes ignotos


            Existe en nuestro acervo cultural una serie de personajes ignotos, es decir, ni conocidos ni descubiertos a los que, sin embargo, citamos con toda soltura como si los conociéramos a fondo y hubiéramos convivido con ellos casi a diario. Cuando alguien intenta imponer por las bravas, por ejemplo, su opinión o su parecer sin que admita la posibilidad de diálogo, exclamamos ofendidos: “Lo dijo Blas, punto redondo”. ¿Quién fue el tan expeditivo Blas? ¿Y quién sería el mal parecido, mal encarado, horrible, repugnante y monstruoso Picio a que nos referimos con la expresión “es más feo que Picio”? En cuanto  al Ambrosio, cuya carabina no servía para nada, de “es la carabina de Ambrosio, que nunca dispara”, creo que hace tiempo ya lo cité en otra Apostilla y le dediqué unas líneas. ¿Y Zafra, a quien enterraron un día en que, parece ser, diluviaba (como si se hubieran abierto los cielos con un sinfín de gotas frías desatadas todas a la vez y descargaran al unísono sobre la sedienta zona mediterránea peninsular), de donde procede “llovía más que el día que enterraron a Zafra”? También las mujeres aparecen como prototipos, cual la Catalina de “que si quieres arroz, Catalina”, o la Maricastaña a la que alude el Licenciado de Miguel de Cervantes, como personaje tan viejo que vivía ya en la época en que aún hablaban las calabazas. Como podrás advertir, todos los citados hasta ahora tienen siquiera nombre o apellido, aunque no sean identificables, pero son legión los que se citan solo por circunstancias, como el borrachín que saltaba de Pinto a Valdemoro y que final se quedó “entre Pinto y Valdemoro”, como símbolo de indecisión o de embriaguez, o el lañador que quiso lañar el agujero de la caldera, símbolo de la ineficacia o los que “se quedan a la luna de Valencia” o los capaces de “coger el portante y largarse con el viento fresco, y los incapaces que llegan incluso  a “asar la manteca”.

RECUERDA:

Nombrar la cuerda en casa del ahorcado
El humo y el mal gesto echan a la gente presto
Quien debajo de la hoja se posa dos veces se moja
Quien con mujer bella se casa de su honra se descasa
Hacer el bien donde no es agradecido es bien perdido
La laña del calderero: rompió la caldera por tapar el agujero
Quien tiene bien y mal escoge, del mal que le viniere no se enoje
Que por arriba, que por abajo, siempre tienen un pero las sopas de ajo

 Quien tiene hija fea, cómprele un majuelo, que así hizo mi padre y casome luego