domingo, 19 de marzo de 2017

Apostillas al refranero. Bien está lo bueno


         El prefijo griego –eu, cuyos significados son muy variados, pero siempre positivos (bien, recto, justo, favorable, feliz, abundante, rico…), ha entrado a formar parte de un gran número de vocablos españoles, aunque en palabras como evangelio sea ya difícil reconocerlo, en este caso por un cambio de grafía: eu-angélion era en griego ‘el buen anuncio’, ‘la buena noticia’, es decir, nuestro evangelio, palabra registrada ya en documentos peninsulares de la primera mitad del siglo XIII. Poco después, en la primera mitad del siglo XIV, encontramos el prefijo formando parte de la palabra eucaristía, propiamente ‘buen reconocimiento’, es decir, ‘agradecimiento’, ‘acción de gracias’. Más moderno es el término eutrapelía, arte de contar chistes, de hacer gracia, incluso de ‘bufonear’. La forma eutrapelía (XVII) se transformó en eutrapelia, que aún utilizamos hoy. El eucalipto es un árbol que se importó de Australia en el siglo XIX. Su nombre significa ‘cubro, tapo, guardo bien’, en referencia a la manera que tiene de esconder, de ‘encapsular’ su fruto. En la segunda mitad del XIX entró eufemismo, al que dedicaré otra apostilla. Y ya en el siglo XX por vía culta tomamos eupepsia ‘que favorece la digestión’, ¡con qué resultados a veces!; euforia, propiamente, ‘capacidad para soportar el dolor’, ‘sensación de bienestar’; eutanasia ‘buena muerte’, ‘muerte sin dolor’; eugenesia ‘mejora de la raza’ o euritmia 'armonía en el ritmo’… La significación siempre positiva ha dado lugar al uso como nombres propios de palabras como Eufrasia ‘la que alegra’ y su correspondiente forma masculina, Eufrasio; Eugenio, Eugenia: ‘el bien engendrado’, ‘la bien nacida’; Eulalio y Eulalia, el y la que ‘habla bien’, ‘que tiene elocuencia’; Eusebio ‘el piadoso’; Eudosia ‘la famosa’ ‘la de buena honra’.

RECUERDA:
Intentar a nadie puede dañar
El primero que llega ese la calza
Caballo que vuela no quiere espuela
La cera que va delante es la que alumbra
Imita la hormiga si quieres vivir sin fatiga
Anda el hombre al trote por ganar su capote
La diligencia es la madre de la buena ventura
Nunca esperes a que tu amigo haga lo que tú pudieres
Si caminares, Vicente, no comas en cada lugar ni bebas en cada fuente

 Cabra coja no quiere siesta