sábado, 19 de julio de 2014

Apostillas al refranero. Vino

    
     En la mitología griega, Dióniso, hijo de Zeus y de su amante Sémele, fue el descubridor de la existencia de la vid y quien aprendió a hacer vino del mosto de la uva. Perseguido por la celosísima Hera, hermana y esposa de Zeus, extendió el cultivo de la planta por Egipto, Siria, Frigia, Libia, el Cáucaso, Grecia... Agradecidos los habitantes, hicieron en su honor celebraciones populares, a las que se fueron añadiendo ritos orgiásticos en que los participantes perdían el control de sí mismos sumidos en la embriaguez y el éxtasis, hasta el punto de llegar a ofrecer sacrificios humanos. En Roma las fiestas (llamadas bacanales en honor de Baco) llegaron a tales extremos que hubieron de ser prohibidas.
     El libro de los Proverbios advierte: No te juntes con los que beben vino... ¿De quién los ayes?, ¿de quién los gemidos...?, ¿de quién las riñas?, ¿de quién los ojos turbios? De los que se pasan con el vino... No mires el vino: ¡Qué rojo está!, ¡cómo brilla en la copa!, ¡qué suave entra! Al final muerde como serpiente y pica como víbora. Y en el Eclesiástico, manifiesta el Sicárida: Con el vino no te hagas el valiente, porque a muchos ha perdido el vino... El vino es vida para el hombre, siempre y cuando lo beba con medida... ¿Qué es la vida para quien le falta el vino? Fue creado para alegrar al hombre. Alegría del corazón y regocijo del alma es el vino bebido a tiempo y con medida. Amargura del alma, el vino bebido con exceso por incitación o desafío.
 
RECUERDA:
 
Quien bebe poco bebe más
Fiesta sin vino no vale un comino
El español fino con todo bebe vino
Con quien bebe, secretear no se debe
Ni mesa sin vino ni sermón sin agustino
Después de beber, cada cual da su parecer
El primer vaso de vino abre al segundo el camino
Dijo el sabio Salomón que el vino alegra el corazón
El vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra
 
Pan, que sobre; carne, que baste; y vino, que falte

jueves, 17 de julio de 2014

Apostillas al refranero. Envidia

    
     En el Prólogo al lector de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (segunda parte de El ingenioso hidalgo...), dice Cervantes conocer solo uno de los dos tipos de envidia que existen, la envidia noble, sana bienintencionada y santa, que promueve la admiración, la emulación y la superación personal. Miguel de Unamuno sostiene, no obstante, que es la otra envidia, la mezquina, la que provoca tristeza por el bien que otros poseen, la dominante entre los españoles, quienes critican, censuran, murmuran, desacreditan, van con cuentos, traen y llevan, calumnian y despellejan a los envidiados. En efecto, los ponen en la picota, les cortan sayos, les hacen trajes y no les dejan hueso sano. Mientras se dan filo a la lengua y se meten en vidas ajenas, les quitan el pellejo, les roen los zancajos o les desentierran los muertos; les revuelven los caldos y los ponen como el perejil, como chupa dómine o cual no digan dueñas...

 
     RECUERDA:

 
El que trae lleva
Quien escucha su mal oye
La fortuna de la fea la bonita la desea
Da Dios pañuelo a quien no tiene mocos
Da Dios almendras a quien no tiene muelas
El golpe de la sartén, aunque no duela, tizna
Estando el hombre ocioso se metió a chismoso
Quien de otros te habla mal, a otros de ti lo hará
El golpe de la sartén siempre tizna y no hace bien
Juntáronse delantales y no quedó vecina sin señales

 
Desde los tiempos de Adán unos recogen el trigo y otros se comen el pan

lunes, 14 de julio de 2014

Apostillas al refranero. Salud


     El escritor renacentista valenciano Joan Timoneda es un modelo de superación que supo sacar provecho de cuanto emprendió en su vida. De familia humilde oriunda de Alcañiz (Teruel), trabajó de joven como zurrador de pieles, oficio que abandonó por el más cómodo y productivo de librero. Y afincado ya en la nueva ocupación, fue actor, poeta, escritor de cuentos, historietas, novelas, comedias, e impresor y editor de libros. Hombre famoso también por su longevidad, Cervantes dice de él que vencía en vejez al Tiempo. El propio Joan refiere que en una ocasión vino a visitarlo a Valencia un hermano que vivía en un pueblo de Segovia al que no veía desde hacía veintitrés años, quien, al encontrarlo tan bien conservado le preguntó el secreto de su lozanía, a lo que respondió en valenciano: La boca medida, / i la bolsa estreta, /  nú fet en bragueta, / sustenten la vida / i fan-la quieta.

 
RECUERDA:

 
Para próspera vida, orden y medida
Hazte viejo temprano y vivirás sano
Buena orina y buen color y tres higas al doctor
Come bien, caga fuerte y olvídate de la muerte
Nadie diga “bien estoy” sin añadir “hoy por hoy”
Para llegar a viejo, poco sol, poca cena y poca pena
Si quieres vivir sano, anda una legua más cada año
Para llegar a viejo dieta y mangueta y siete nudos en la bragueta

 Salud y pesetas, salud completa