jueves, 11 de junio de 2015

Apostillas al refranero. De tetas, coños y carretas



            Advierten los antiguos sabios que elaboraron el libro de los Proverbios del peligro que encierra el amor con mujer extraña. El capítulo 7 alude al acto de seducción de un muchacho joven. Refiere el autor que, hallándose en su ventana observando entre rejas, ve a un grupo de muchachos ingenuos y distingue a un insensato que avanza al caer el día, ya casi entrada la noche, hacia una casa donde hay una mujer al acecho que le sale al paso con andares provocativos. Es una mujer bullanguera y desenvuelta. Lo agarra, lo besa y descaradamente le susurra: “Tenía que ofrecer un sacrificio y hoy he cumplido mi promesa; por eso he salido en tu busca, ansiosa de verte y te he encontrado. He puesto colchas en mi cama y sábanas de lino egipcio; he perfumado mi lecho con sándalo, mirra y áloe. Ven, saciémonos de caricias hasta la mañana, embriaguémonos de amores.” Con sus artes lo conquista y lo seduce con sus labios lisonjeros. El ingenuo va tras ella como dócil corderillo y como pajarillo cae en la trampa sin poder alzar el vuelo. Como era además casada, al pobre inexperto le va a tocar padecer más que a los romanos en las Horcas Caudinas, de ahí la conclusión: Los labios de la mujer perversa pueden destilar miel y su paladar ser más suave que el aceite, pero su ternura acababa siendo más amarga que el ajenjo y más peligrosa que arma de doble filo, de modo que es necesario no dejarse seducir por su hermosura ni cautivar por sus miradas.

 
RECUERDA:

 Si no lo vendes, tápalo
Tira más coño que soga
Cerca anda el humo tras la llama
Siempre va la soga tras el caldero
Más tiran dos tetas que diez carretas
Rostro lleva al lecho, que no culo bien hecho
Rostro lleva al lecho, que no pierna a concejo
Al hombre braga de hierro, a la mujer de carne
Debajo de la manta, tanto vale la negra como la blanca
Amor de puta y vino de frasco, a la mañana dulce y a la tarde amargo
Ni de estiércol buen olor, ni de mozo buen consejo, ni de puta buen amor

 Más vale buen amigo que mal marido

 

lunes, 8 de junio de 2015

Apostillas al refranero. Por la puerta estrecha


       La fachada plateresca de las Escuelas Mayores de Salamanca asemeja un estandarte antiguo labrado en la piedra arenisca de Villamayor, que se alza sobre la doble puerta de arcos rebajados que da acceso al zaguán, cubierto por bóveda estrellada, en cuyo centro se halla el escudo de la Universidad. Para acentuar la sensación de estandarte, fijaos en que la fachada se halla separada del muro del edificio precisamente por la anchura de ese zaguán. De la doble puerta, yo nunca he visto abierta la de la izquierda, siempre que he entrado, y lo hice todos los días durante dos años, excepto domingos y épocas vacacionales, ha sido por la puerta de la derecha. El estandarte en piedra tiene tres tramos o cuerpos (horizontales) y cinco calles (verticales). El primer tramo ofrece en la calle central un medallón con la efigie de los Reyes Católicos que sostienen un único cetro, rodeados por una leyenda en griego cuya traducción dice: “Los Reyes para la Universidad y esta para los Reyes”. El yugo y las flechas, símbolos de los monarcas, están cambiados: bajo Fernando se encuentra el yugo, en tanto bajo Isabel se encuentran las flechas. En el segundo tramo, hallamos la calle central ocupada por el escudo del emperador Carlos V con el collar de la Orden del Toison de Oro; a la derecha, el águila coronada de san Juan, símbolo de la unidad de los distintos reinos de las Españas, y a la izquierda el escudo con el águila bicéfala, que alude al Imperio. Las efigies que aparecen en el medallón y en las conchas de la derecha representan a personajes mitológicos o reales relacionados con la virtud: Hebe, Hércules y su mujer, Aníbal, Escipión; en tanto que en las de la izquierda encontraríamos a personajes tradicionalmente relacionados con el vicio, como Venus, Heliogábalo… La escena central del tercer tramo está ocupada por un papa (Martín V o el Papa Luna) que dialoga con cardenales y clérigos. En las calles de los lados, volvemos a encontrar la contraposición entre la virtud (a la derecha: Hércules, flanqueado por Júpiter y Juno) y el vicio (a la izquierda: Venus, flanqueada por Baco y Príapo). Se supone que a las Escuelas Mayores se iba a conocer el bien,  la virtud, no el vicio, y por lo tanto, la puerta por la que se entraba era la de la derecha.

 
RECUERDA:

 Quien te dio la hiel te dará la miel
Con bondad se adquiere autoridad
La mansa respuesta quebranta la ira
Procura no jurar aunque jures verdad
No es mal sastre el que reconoce el paño
Templando la severidad se granjea loor de humanidad
Dádivas y buenas razones ablandan piedras y corazones
¿Dónde perdió la niña el honor? Donde le hablaron mal y contestó peor
El primer año, doctor; el segundo, licenciado; el tercero, bachiller; el cuarto, estudiante; y el quinto, ignorante que comienza y empieza a saber

 Hombre narigudo, ingenio agudo