El
grupo de eufemismos que más me atrae y me divierte es el de los disfemismos. Quevedo hizo de ellos creaciones únicas y en
la Vida del Buscón, cuando refiere que el padre de Pablos se corre de
que lo llamen barbero, lo define como tundidor de mejillas y sastre
de barbas, aquel que metía el dos de bastos en la bolsa de los
clientes para sacar el as de oros. Solo Valle-Inclán sería capaz de
igualarlos e incluso superarlos, por eso definí yo a los disfemismos
como palabras que se hubieran ido a pasear por el callejón del Gato, nombre con
que se conocía en Madrid la calle del poeta de origen semita Juan Álvarez Gato,
y que se hubieran mirado en los espejos cóncavos colocados en el muro de la
carbonería, al lado de la puerta, que allí existió, transformándose en esperpentos para provocar la risa de
quienes en ellos se vieran reflejados. Disfemismo es llamar al charlatán
sacamuelas, al agricultor técnico en botánica, al mudo discapacitado
audiolingual, al barrendero desinfectador de la vía pública o al
mendigo reivindicador de mínimos de supervivencia. Si en una familia los
padres son los predecesores biológicos, los esposos podrían ser emparentados
cohabitantes, y a los hijos cabría designarlos homólogos consanguíneos.
Cuando los hampones hicieran un mangui, podrían declarar al ser
detenidos haber realizado un aprovechamiento en especie; en cambio, si
hubiera sido un trinqui, podrían denominarlo aprovechamiento en metálico;
claro que si cayeran a continuación en la cultura del pelotazo, su señoría
el Juez habría de aplicarles la ley y hacerlos clientes del sistema
correccional a cargo del erario, claro. No hace mucho tiempo leí en la
prensa el eufemismo nolaco, que me encanta dada su creación gracias al
apócope de dos sílabas: hablando de vergüenza, el nolaco el que no la
co noce. De los refranes que ofrezco a continuación bien pudiera elaborarse algún
disfemismo.
RECUERDA:
Saco de yerno nunca está lleno
Hermano ayuda, cuñado acuña
Amor de suegra, halagos de gata
Barre la nuera lo que ve la suegra
El melón y el yerno como salieren
Acuérdate, suegra, de que fuiste nuera
La nuera rogada es bien recibida en casa
Tal es el yerno como el sol de invierno, poco, malo y traidor
Fui nuera y nunca tuve buena suegra; fui suegra y nunca tuve buena
nuera