domingo, 9 de abril de 2017

Apostillas al refranero. Cuernos y puñaladas


         Con tanto cortejo, con tanto paso adelante seguido del paso atrás, con tanta imprudencia, con tanto reproche, con tanta discusión, con tanta avenencia, con tanto solapamiento y tanta puñalada trapera, esta política nuestra de cada día es un galimatías que cada vez entiendo menos. La última muestra anteayer en las Cortes de Castilla la Mancha. Parece ser que durante tres meses el PSOE y Podemos habían negociado y llegado a un acuerdo previo para la aprobación de los presupuestos regionales. Llegado el momento, tras más de veinte horas de debate a lo largo de dos días, los socialistas esperaban el apoyo de los dos diputados podemitas, pero en lugar de dárselo, resulta que votaron en contra y, en consecuencia, no podían salir adelante los presupuestos. Tal fue la sorpresa del Presidente de la Cámara que, asombrado, pidió se repitiera la votación, cuyo resultado fue el mismo, y al comprobar que los dos diputados que consideraba favorables ni siquiera se habían abstenido, estupefacto, inquirió si se reafirmaban en su voto negativo. En fin, que como dicen los castizos, habían dejado a la novia compuesta y sin novio. O si ustedes prefieren, la cornamenta era tan ostentosa y ramificada como la de un ciervo adulto al comienzo de la berrea.

 Cornudo y contento
Sobre cuernos, penitencia
Encima de cornudo, apaleado
Cuernos y dones haylos a montones
Contigo duerme y contigo come quien te los pone
El postrero que lo sabe es el cornudo, y el primero el que los puso

 Por hacer bien a mi vecino, hago cornudo a mi marido

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