sábado, 22 de abril de 2017

Apostillas al refranero. Disfemismos


         El grupo de eufemismos que más me atrae y me divierte es el de los disfemismos.  Quevedo hizo de ellos creaciones únicas y en la Vida del Buscón, cuando refiere que el padre de Pablos se corre de que lo llamen barbero, lo define como tundidor de mejillas y sastre de barbas, aquel que metía el dos de bastos en la bolsa de los clientes para sacar el as de oros. Solo Valle-Inclán sería capaz de igualarlos e incluso superarlos, por eso definí yo a los disfemismos como palabras que se hubieran ido a pasear por el callejón del Gato, nombre con que se conocía en Madrid la calle del poeta de origen semita Juan Álvarez Gato, y que se hubieran mirado en los espejos cóncavos colocados en el muro de la carbonería, al lado de la puerta, que allí existió, transformándose en esperpentos para provocar la risa de quienes en ellos se vieran reflejados. Disfemismo es llamar al charlatán sacamuelas, al agricultor técnico en botánica, al mudo discapacitado audiolingual, al barrendero desinfectador de la vía pública o al mendigo reivindicador de mínimos de supervivencia. Si en una familia los padres son los predecesores biológicos, los esposos podrían ser emparentados cohabitantes, y a los hijos cabría designarlos homólogos consanguíneos. Cuando los hampones hicieran un mangui, podrían declarar al ser detenidos haber realizado un aprovechamiento en especie; en cambio, si hubiera sido un trinqui, podrían denominarlo aprovechamiento en metálico; claro que si cayeran a continuación en la cultura del pelotazo, su señoría el Juez habría de aplicarles la ley y hacerlos clientes del sistema correccional a cargo del erario, claro. No hace mucho tiempo leí en la prensa el eufemismo nolaco, que me encanta dada su creación gracias al apócope de dos sílabas: hablando de vergüenza, el nolaco el que no la co noce. De los refranes que ofrezco a continuación bien pudiera elaborarse algún disfemismo.

RECUERDA:

Saco de yerno nunca está lleno
Hermano ayuda, cuñado acuña
Amor de suegra, halagos de gata
Barre la nuera lo que ve la suegra
El melón y el yerno como salieren
Acuérdate, suegra, de que fuiste nuera
La nuera rogada es bien recibida en casa
Tal es el yerno como el sol de invierno, poco, malo y traidor
Fui nuera y nunca tuve buena suegra; fui suegra y nunca tuve buena nuera

 Quien no sabe de abuelo no sabe de bueno

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