miércoles, 22 de octubre de 2014

Apostillas al refranero. Buenos

            En La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades, hay un refrán que se expresa apenas comenzada la novela, una vez que el protagonista ha referido cómo su padre, condenado por robo, había muerto en cierta batalla contra los moros, y la madre decide trasladarse a vivir de Tejares, aldea de Salamanca, a la ciudad: “Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos para ser uno de ellos. ¿Y a quién se arrimó? Alquiló una casita, cocinó para estudiantes, al tiempo que lavaba la ropa a los mozos de unas caballerizas, donde estableció relación con Zaide, un negro al que acaba recibiendo en casa. A Lázaro niño le desagradaron en principio las idas y venidas del moreno, mas, cuando advirtió que con su venida mejoraba la pitanza, llegó a aceptarlo. Lo malo es que al cabo del tiempo, tuvo un hermanito mulato y Zaide fue condenado por robar. No pudiendo cargar con dos hijos, la madre entrega a Lázaro al ciego, quien lo espabilará y le enseñará tanto como sabían Lepe, Lepijo y sus hijos juntos. El mismo refrán vuelve a aparecer casi en el cierre de la obra cuando, casado Lázaro con la criada del arcipreste de San Salvador, es interpelado por este para que no haga caso de las comidillas y chismes que andan de boca en boca acerca de la barraganía de su mujer con el propio arcipreste. Lázaro responde: “Señor, yo determiné arrimarme a los buenos. ¿Y quiénes son los buenos? Por lo que se deduce del texto, el propio arcipreste, es decir, los hipócritas. ¿Es posible? Sí, la vida ha transformado al joven en un cínico para quien bondad y provecho personal son la misma cosa, así que, para no pasar hambre se arrima a los buenos, léase hipócritas. ¿Y la honra? ¡Ah, la honra! En el capítulo III, el escudero le ha enseñado que la honra no es sino mera apariencia externa, así que ande yo caliente, tenga yo para comer, y que le den a la honra.
 
RECUERDA:
 
Cada oveja con su pareja
Más ven cuatro ojos que dos
Toma tu igual y vete a mendigar
Al bueno darás y del malo te apartarás
El que anda entre la miel algo se le pega
Tan bueno es Pedro como su compañero
Llégate a los buenos y serás uno de ellos
El que menea la miel panales o miel come
 
 No hay mejor amigo que un duro en el bolsillo


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