martes, 15 de septiembre de 2015

Apostillas al refranero. Espectacular pero gafe


            En el tramo final del antiguo cauce del río Turia se alza la conocida en Valencia como Ciutat de les Arts y les Ciències, un conjunto de edificios vanguardistas espectaculares proyectados por el arquitecto Santiago Calatrava: el palau de les Arts Reina Sofía, l’Hemisfèric, l’Umbracle, el Museo de las Ciencias, el puente de l’Assut de l’Or, popularmente conocido como Jamonero, y el Ágora, en cuya construcción se ha empleado cemento blanco, vidrio, acero, granito y planchas de cerámica como revestimiento, a las que se denomina trencadís. El único edificio ultramoderno de la zona no diseñado por Calatrava, sino por Félix Candela es l’Oceanogràfic, cuyas cubiertas parabólicas evocan nenúfares que flotaran en el agua. De los calatraveños, acaso el más aparatoso e impresionante sea el palau de les Arts que, según la perspectiva, puede semejar un barco o el casco gigantesco de un guerrero cósmico, con una longitud de más de doscientos metros, ochenta de anchura y setenta y cinco de altura. Sin embargo, parece que al pobre un maleficio lo hubira hechizado, pues primero se inundaron sus salas ropero y se echó a perder el vestuario de una ópera cuya puesta en escena hubo de posponerse. Más tarde, se desprendieron muchos metros cuadrados del trencadís del casco, fue necesario retirar el resto y hacer un nuevo recubrimiento. Para remate de fiestas, la directora de programación fue acusada ante los tribunales por malversación y aún continúa la Justicia instruyendo la causa. En fin, ni que fuera el rigor de las desdichas.

 
RECUERDA:

 
El agua cuesta arriba dura poco
Nadar y nadar y a la orilla ahogar
Predicar en desierto, sermón perdido
Más enseñan los desengaños que los años
Agua en cesto, amor de niño y viento de culo todo es uno
Sacó lo que la negra en el sermón, la cabeza caliente y los pies fríos

 ¡Qué más quisiera el gato que lamer el plato!

 

 

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