martes, 12 de enero de 2016

Apostillas al refranero. Años, serpientes y dioses


            El símbolo del año era en la antigüedad una serpiente dispuesta en círculo cuya cola estuviera a punto de ser engullida por su cabeza. Y es que la etimología del sustantivo latino annus significaba círculo, pues procedía de la raíz an ‘alrededor de’, y de él deriva annulus, que era ‘el anillo’. El contenido semántico de annus sería algo así como el movimiento circular del tiempo, el anillo del tiempo, y no se trataría solamente de una imagen, sino de una realidad, puesto que la tierra gira ciertamente alrededor del sol y la vuelta completa dura, según los cálculos actuales trescientos sesenta y cinco días, cinco horas, cuarenta y ocho minutos y cuarenta y seis segundos. La cabeza de la serpiente comienza a devorar la cola en los países de lo que denominamos cultura occidental justo en la media noche del día uno de enero, al final del día de san Silvestre, de donde ha surgido el dicho popular san Silvestre, despídete de este. Esa media noche es el momento en que en la mitología romana el dios Jano deja de mirar hacia diciembre y mira ya los días del nuevo año, los días de su mes, enero. Era Jano uno de los dioses más antiguos de Roma. Según la leyenda, reinó en el Lacio de modo tan magistral que a su muerte fue divinizado y, habiendo acogido a Saturno, expulsado de Grecia por su hijo Júpiter, pasó a residir en el monte Janículo. Cuando los sabinos invadieron el Capitolio, hizo brotar ante ellos una fuente de agua hirviendo, que los puso en fuga. Como dios defensor de Roma, cuando había paz, las puertas de su templo permanecían cerradas, pero eran abiertas en cuanto Roma se hallaba en guerra, por si los romanos necesitaban ayuda. Fue también el dios de las puertas, y su compañera Cardea. la diosa de los goznes. Con la legendaria reforma que Numa hizo en el calendario romano, los meses del año pasaron a ser doce, y el primero de ellos Januarius, nuestro enero.

 
RECUERDA:

 Año de neblinas, muchas harinas
Menguante en enero, corta el madero
A invierno lluvioso, verano abundoso
En enero se hiela el agua en el puchero
Año de muchas endrinas, pocas hacinas
Sol de enero siempre anda detrás del otero
Cuando el invierno es lluvioso, el verano es abundoso
Polvo en invierno y lodo en verano hacen abundoso el año

 Cuando la Candelaria plora, el invierno es fora

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