¡Hay
que ver la que se armó el día en que la Organización Mundial de la Salud
dio a conocer su informe acerca de que las carnes rojas y las procesadas favorecían
la aparición de determinados tipos de cáncer! Pero, bueno, ¿a qué viene clamor
tan plañidero? Hombre, ni tanto
ni tan calvo. La OMS advierte, como
es su obligación, y como cualquier institución humana puede acertar o
equivocarse en sus pronósticos tal como se equivocó hace tiempo con la dichosa gripe
aviar y la pandemia que iba a provocar, que nos trajo en jaque durante todo
un año, pero que, como nunca
llueve como truena, se quedó, gracias a Dios, en agua de borrajas. Lo
que sucede con las carnes es que, además de haber muchos intereses económicos
de por medio, además de que un dieciocho por ciento de los gases de efecto
invernadero relacionados con el calentamiento global proceden de los animales
que producen esas carnes, estamos asustadísimos porque tenemos un miedo
horroroso al dolor y a la muerte. La vida media de los españoles es de las más
longevas del mundo, pasa de los ochenta y dos años. ¿Queréis que muramos aún más
viejecitos? ¿Queréis que las enfermedades cerebrales se apoderen de nosotros
que el alzheimer, por ejemplo, nos alzheimeree bien alzheimerados, lesionando
nuestras neuronas, llenándonos de placas seniles, transformándonos en
plantitas? Para dejar de estar asustados y para no enfadarnos con la OMS os voy
a brindar unos cuantos remedios paremiológicos que espero os hagan siquiera
sonreír.
Quien mal padece, mal parece
El mal del ojo, cúralo con el codo
Al dolor de cabeza, el comer lo endereza
El mal de vientre no se cura con agua caliente
No se sienta seguro quien tiene mal en el culo
Cuando te dolieren las tripas, hazlo saber al culo
Dolor de cabeza quiere manjar, dolor de vientre quiere cagar
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