Hace unos meses leí en
la prensa salmantina un artículo acerca de un sindicalista liberado a quien
hace veinte años le fue concedida la pensión máxima de jubilación gracias a la
documentación falsa presentada acerca de un accidente que según los papeles
había ocurrido en la mina, cuando realmente sucedió en las calles de Rodiezmo.
Lo curioso es que ya por la época del ‘accidente’ el sindicalista ni se acordaba de qué color
era el carbón mineral. En 2009, fue condecorado con la Medalla de Oro del
Trabajo gracias a una componenda política, y para acabar de rellenar su
currículo, aprovechando una amnistía del Gobierno, legalizó un millón
cuatrocientos y pico mil euros que poseía en no sé qué paraíso fiscal. Pensaba
yo que ahí se encontraba el colmo de la desfachatez y el asombro, cuando hace
una semana me encontré también en la prensa con la noticia de que el Tribunal
Supremo había condenado a un individuo a tres años y medio de prisión por un
delito de estafa, y a devolver trescientos treinta y cinco mil euros que varias
aseguradoras habían ingresado en su cuenta. Parece ser que el muy ladino el 10
de diciembre de 2007 simuló un accidente para cobrar las pólizas de varios
seguros: Montó en su automóvil y, llegado al lugar elegido, se amputó una mano
no se sabe si solo o con ayuda. Para controlar la hemorragia se hizo un
torniquete, empujó el coche por un terraplén, bajó, dejó la mano cortada a los
pies del asiento del conductor, incendió el automóvil despeñado y destrozado
con una bolsa de gasolina, llamó al 112 y esperó a que llegara la policía, que
lo encontró ¡fumándose un cigarrillo! En fin, ¿es necesario algún comentario
ante tan obtuso comportamiento? En efecto, ¡hay gente pa tó!
RECUERDA:
Para su perdición salieron alas a la hormiga
Para su mal busca engaño el simple al sabio
Nacen alas a la hormiga para morir más aína
Tienes en casa el muerto y vas a velar el ajeno
Siempre sale a hablar quien tiene por qué callar
Por su mal y por su ruina salen alas a las hormigas
Quien va a la boda y no es convidado vuelve de ella avergonzado
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