sábado, 7 de enero de 2017

Apostillas al refranero. ...Y va de tontos


            ¡Hay que ver la riqueza y variedad de tontos con que se puede uno encontrar  en esta nuestra querida y vapuleada España! En primer lugar, la tonta del bote, una especie zarzuelera, de mujer tontilista, capaz de llevarse el gato al agua y el novio al altar a las primeras de cambio, cualidad que pierde en cuanto el apelativo toma el género masculino: el tonto del bote es ya un modorro, un zote, un cebollino y un pedazo de alcornoque. Tenemos después los tontos en vísperas: el tontorrón, del que o bien por su bondad o por ser muy confiado, hay muchos que abusan; el tontuelo y el tontaina, bobalicones en ciernes a quienes no se les puede meter el dedo ajeno en la boca por si las moscas. Hay tontos parciales, como el tonto de capirote y el tonto de la baba, lerdos, estólidos y badulaques; y tontos totales: el tonto de los pies a la cabeza (y viceversa), el tonto de nacimiento, y el tonto de remate, asnos, mentecatos, borricotes, babiecas y sandios, hasta el punto de llegar a asar la manteca. El tonto de pueblo es una especie rústica, comunal, que soporta estólidamente las bromas de lugareños. Existen tontos hortícolas: el tonto de la uva, el tonto del haba, el tonto de jardín y el tonto del capullo, si bien éste podría incluirse también en el grupo siguiente (depende de la acepción que se dé a ‘capullo’). Los tontos escatológicos son ya palabras mayores, en general fruto del enfado, de la ira o la frustración: el tonto del culo, el tonto del higo, que más bien debiera ser la tonta del higo, el tonto del pijo, una especie de pollopera, el tonto de los güevos y el tonto de los cojones. Tontos entreverados serían el tontiloco y el tontivano, pánfilos, majagranzas, cerebros de mosquito y marmolillos. Vamos a dejar para otro momento los tontos políticos, cuyos ejemplares más conocidos son el tonto útil y el tonto del voto.

RECUERDA:
A chico pie, gran zapato
Al toro y al loco, de lejos
Revueltas andan las cosas, las ortigas con las rosas
Dijo la leche al agua: ”Noramala vengas, hermana”
Mi marido va a la mar: chirlos y mirlos va a buscar
Para quien roba un reino, la gloria; para quien hurta un burro, la horca
Dijo el mosquito a la rana: “Más vale morir en el vino que vivir en el agua

 Quien teme la muerte no goza la vida

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