domingo, 10 de septiembre de 2017

Apostillas al refranero. Nación plurinacional


         El estatuto jurídico que España confirió a los territorios del Nuevo Mundo fue muy diferente al que el resto de los países europeos concederían a los territorios por ellos conquistados. Los territorios españoles no pertenecían a ninguno de los antiguos reinos históricos, sino que estaban unidos a ellos en la persona del rey y de los órganos gubernamentales que compartían. Es decir, tenían los mismos derechos que los territorios peninsulares. Dicho de otro modo: el Nuevo Mundo nunca fue una colonia española: sus habitantes, tanto los peninsulares que allí emigraron desde algún otro reino o territorio español, como los indígenas, fueron siempre tan súbditos de la Corona como lo eran los de cualquier otro territorio español peninsular, insular o europeo. Tan es así, que los reyes crearon un órgano de la misma importancia que el Gran Consejo de Castilla o de otros reinos y regiones, para América: el Real y Supremo Consejo de Indias. Esta amplia concepción y sentimiento de la españolidad se encuentra curiosamente plasmado ya en la Carta de Organización de la Cofradía de la Santísima Resurrección, redactado en la ciudad de Roma en 1580 y que reza así: Siendo esta cofradía propria de la Nación española es necesario que el que huviere de ser admitido a ella sea español y no de otra nación; la qual cualidad de ser español se entienda para el dicho effetto tanto el que fuere de la Corona de Castilla [Galicia, Asturias, León, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Vascongadas, Extremadura, Andalucía y Murcia] como de la de Aragón [Aragón, Cataluña, Valencia] y del Reyno de Portugal y de las Islas de Mallorca, Menorca, Cerdeña e islas y tierra firme de entrambas indias sin ninguna distinción de edad ni de sexo ni de estado. ¡Toma nación de naciones! ¡Toma nación plurinacional!

RECUERDA:
En cada tiempo, su tiento
Aún está el sol en las bardas
Aún está la pelota en el tejado
Nunca dejes el camino por el atajo
Entre todos la mataron y ella sola se murió
En cada legua hay un pedazo de mal camino
Lo que no acontece en un año acontece en un rato
Júntanse los hombres, mas no se juntan los montes

Niña, viña, peral y habar malos son de guardar

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