domingo, 8 de octubre de 2017

Apostillas al refranero. Médicos y hospitales


         Hemos sido tan mezquinos los españoles…; y, sin embargo ya los Reyes Católicos modificaron y modernizaron el Tribunal Real Promedicato y lo transformaron en un tribunal universitario que examinaba a físicos, cirujanos, boticarios y herbolarios a fin de que pudieran conseguir la licencia que les permitiría ejercer su profesión, sometidos a riguroso control jurídico. Los nuevos hospitales creados por estos monarcas como el de Santiago de Compostela o el de Santa Cruz, en Toledo, responden a un modelo de atención sanitaria muy superior al de los hospitales europeos de la época. El primer hospital construido en América lo abre Nicolás de Ovando en La Española, como se llamaba entonces, es decir, Santo Domingo, siguiendo las instrucciones de Isabel y Fernando, para que en él se acogiera y curara a toda la población, tanto europea como autóctona. En un periodo de quince años, el propio Ovando creó tres hospitales más en la misma isla. Entre 1500 y 1550 se levantarían en las Indias allá por 25 hospitales grandes, de magnífica factura, que cumplirían con su razón de ser durante siglos. En 1551, Felipe II dota una cátedra de Medicina en la Universidad de México, y en 1563 no solo se exigió a los médicos el título universitario, sino dos años de prácticas antes de poder ejercer. El mismo rey aprobaría en 1570 que los médicos formados en América no tuvieran que venir a examinarse a España. En el reinado de Felipe III llegó a exigirse a los cirujanos cinco años de prácticas, tres de ellos, en hospitales. En 1635, se abrió la cátedra de Lima y un año después la de Bogotá. Quiero recordar a los malpensados ya sean de turno ya de oficio que la primera cátedra de medicina en  territorios ingleses de Norteamérica no se abriría hasta 1765. Caso sorprendente es el de la ciudad de Lima, que llegó a tener más hospitales que iglesias y a disponer de una cama hospitalaria por cada 101 habitantes. El éxito (la mayoría de los hospitales prestó excelente servicio durante siglos) se debió al magnífico nivel médico de los profesionales, a los eficaces sistemas de financiación propio de cada hospital y, como queda dicho, a la fenomenal estructura de los edificios.


RECUERDA:

Paséate y orina y tendrás vida
Señal mortal es no querer sanar
No es de ahora el mal que no mejora
El sano al doliente so regla lo somete
Salud días y ollas componen las cosas
Gran parte de la salud es conocer la enfermedad
Ni con cada mal al cirujano, ni con cada pleito al letrado ni con cada sed al jarro

 Salud es al enfermo la cara del médico

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