viernes, 23 de mayo de 2014

Apostillas al refranero. Astucia

 
     El paradigma de persona prudente y astuta, capaz de mil recursos aun en las situaciones más difíciles es en nuestra cultura sin duda alguna Ulises. Casado con Penélope, tuvo un hijo, Telémaco. Cuando hubo de partir al mando de doce naves para ayudar a Menelao a cercar Troya, la criatura era tan pequeña que, cuentan lenguas bífidas, el padre se resistía a partir e incluso llegó a fingirse loco. Poco después, por medio de una argucia, descubrió a Aquiles, cuya presencia era imprescindible en la guerra que se avecinaba: disfrazado de mercader, penetró en el gineceo del rey Licomedes para vender telas, pero junto a las telas mostraba también unas armas. Aquiles, que se había escondido entre las mujeres vestido como una de ellas, desdeñó las telas y se ocupó solo de las armas, traicionando de este modo su identidad. Él es quien idea la trampa del caballo de madera en que caen los troyanos y quien dirige a los pocos hombres que abren desde dentro las puertas de la ciudad para que entre el ejército griego. Él es quien en el país de los Cíclopes emborracha a Polifemo con algunas tinajas de excelente vino que Merón, sacerdote de Apolo, le había regalado. Cuando los congéneres de Polifemo le preguntan: "¿Quién te hace daño?" ¿Por qué responde el gigante, "¡Nadie!"? Él es quien dispone cómo han de salir sus hombres de la cueva colgados de los vientres de las ovejas, dispuestas en tríos. Él es quien ordena que los suyos se tapen los oídos con cera para no oír a las sirenas y se ata al mástil para poder oírlas él y no ser seducido, de modo que las venció y las sirenas han de echarse al mar. Finalmente, descubierta por los pretendientes la estratagema de Penélope de destejer por la noche lo que tejía por el día, llega a Ítaca solo, disfrazado de mendigo, y junto a Telémaco dispone la venganza participando en el concurso que decidirá el nuevo esposo de la mujer.
 
 
     RECUERDA:
 
Hacer orejas de mercader
Maña y saber para todo es menester
El astuto hasta de los males saca fruto
Siempre vence la astucia a la fuerza bruta
A lo que no te agrada, haz que no oyes nada
Cuando no aprovecha la fuerza, sirva la maña y la cautela
 
 
Este mundo es un golfo muy hondo, quien no sabe nadar se va al fondo 

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