Sujetos a toda clase de errores,
¿cómo podemos los seres humanos estar seguros de algo? ¿Cómo podremos alcanzar
la verdad? ¿Cómo seremos capaces de reconocerla? ¿Cómo encontrar una idea que
escape a cualquier duda y que pueda provocar nuestra adhesión inquebrantable,
nuestra conformidad? La dificultad de responder a estos interrogantes nos obliga
a aferrarnos a cuanto aporta una seguridad inmediata, una evidencia de haber obtenido
lo que anhelábamos, una certidumbre con vistas al futuro, una certeza clara, manifiesta
y perceptible de cuya veracidad nadie pueda racionalmente dudar, de modo que daremos
por verdadero y auténtico cuanto nos acerque a esa conformidad.
Más vale un toma
que dos te daré
Más quiero huevos
hoy que mañana pollos
Vale más un porsiacaso que cien penseques
Vale más un porsiacaso que cien penseques
Vale más llegar
a tiempo que rondar un año
Más vale pájaro
en mano que ciento volando
Más vale vuelta
de llave que conciencia de fraile
Más vale un hombre
apercibido que dos desprevenidos
Vale más un día
en el desierto que toda la vida del necio
No hay comentarios:
Publicar un comentario