domingo, 12 de abril de 2015

Apostillas al refranero. Lunes de Aguas


            En Salamanca, allá por los esplendores del siglo XVI, llegado el Miércoles de Ceniza, las rameras, alcahuetas, damiselas, busconas, mozas del partido, meretrices, cortesanas, zurronas, perendecas, mujeres de mal vivir,  pelanduscas y putarazanas eran apartadas de los burdeles, expulsadas del recinto de la ciudad y relegadas a las zonas aledañas, en tanto duraba la mortificación cuaresmal y no se celebraba la Pascua. Sin embargo, el Lunes de Aguas, es decir, el lunes siguiente al de Pascua, cumplida la abstinencia, el Concejo salmantino permitía que las damas de la noche volvieran, y los estudiantes subían contracorriente el río Tormes con gran algarabía en busca de las coimas en todo de tipo de barcas fluviales, adornadas con los esquejes que la primavera había ya aportado a las plantas. La vuelta era celebrada con gran alboroto en las fresnedas de las orillas del río, mientras se devoraba el hornazo, una empanada de harina candeal horneada, rellena de abundantes embutidos de la tierra que exigía frecuentes tientos a la bota. Como era de esperar, la tarde acababa entre chirimías en un jolgorio inenarrable y la entrada del séquito en la ciudad. Sin que hoy se dé la previa exclusión cuaresmal, el Lunes de Aguas se sigue conmemorando con masiva salida de estudiantes y salmantinos a degustar el hornazo, acompañado de los gruesos vinos de la tierra en las márgenes del Tormes, aunque ya las chirimías de bienvenida hayan desaparecido.

 
RECUERDA:

 
Por abril, no te descubrir
La primavera la sangre altera
Mes de flores, mes de amores
Sol de marzo hiere como mazo
Toro, gallo, trucha y barbo, en mayo
La abeja y la oveja en abril dejan la pelleja
El avellano y el cabrón en mayo tienen sazón
Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo
Por abril duerme el mozo ruin; y por mayo, el mozo y el amo

 Por san Lucas, a Alcalá, putas

No hay comentarios:

Publicar un comentario