martes, 13 de octubre de 2015

Apostillas al refranero. Audacia


            A pesar de la resistencia ofrecida por los musulmanes valencianos, a pesar de las ayudas que recibieron, cinco meses de asedio bastaron para que la ciudad capitulara y las tropas comandadas por Jaime I, cuyos reales se habían establecido en El Puig, entraran en la ciudad el 9 de octubre de 1238. No en vano el papa Gregorio IX había otorgado carácter de cruzada a la lucha por la liberación de la ciudad, así que se habían sumado a la empresa caballeros no solo de la Corona de Aragón (aragoneses, catalanes, provenzales), sino de distintos países europeos, a los que se unieron también diversas órdenes militares (Temple, Alcántara, Hospitalarios de Jerusalén). El rey Jaime juró los Fueros y las costumbres de la ciudad, lo cual suponía reconocer el Reino de Valencia como reino soberano integrado en la Corona de Aragón, con autonomía para crear leyes, emitir moneda, establecer medidas propias, etc. Además los sucesores del rey Jaime habían de convocar Cortes al comienzo de cada reinado para jurar los Fueros.  Se establecieron también zonas étnico-religiosas en Valencia: los musulmanes que decidieron permanecer en ella fueron relegados a la morería, aproximadamente por donde hoy en día se extiende el barrio del Carmen, en tanto los judíos fueron situados en la judería donde hoy se encuentra el Parterre y el Palacio de Justicia, en tanto los cristianos se organizaron en torno a parroquias, la primera de las cuales fue la de San Juan del Hospital. Cosa curiosa es que se incorporaron a los usos de la comunidad costumbres musulmanas que habían funcionado bien y se consideraron beneficiosas, como el Tribunal de las Aguas, las normas de utilización de la red de acequias, el Mostassaf, juez que controlaba la utilización de pesas y medidas del mercado y vigilaba los precios.

 
RECUERDA:

 
Acometer hace vencer
La primera vale por dos
Quien no arrisca no aprisca
La audacia ayuda a la Fortuna
Mira adelante y no caerás atrás
El que da primero da dos veces
Quien no se arriesga, nada gana
Quien no se aventura no pasa la mar
Trabajando con candil se hacen hijos mil

 Hombre atrevido dura como vaso de vidrio

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