Hijo de un barbero
ladrón y de una zurcidora de gustos aficionada a la brujería, el Buscón
don Pablos nace en Segovia, donde tiene una infancia mezquina al lado de sus
progenitores, así que un día decide entrar al servicio de don Diego Coronel,
hijo de don Alonso Coronel y Zúñiga, como criado. Pues que don Alonso decide
que su hijo para formarse entre en pupilaje con el Dómine Cabra, Pablos ha de
acompañarlo y ambos entran en ‘poder de el hambre viva’. Al cabo de poco
tiempo, han de sacarlos, pues a punto
están de fenecer por hambre. Una vez recuperados, marchan a estudiar a Alcalá
en donde Pablos es objeto de muy sucias novatadas estudiantiles, de las que se
venga con travesuras y crueldades. Enterado de que su padre ha muerto ahorcado,
parte a casa de su tío, el verdugo, quien le hace entrega de la herencia. Se
traslada a Madrid, villa en que frecuenta garitos y pésimas compañías que lo
llevarán a la cárcel. Soborna al carcelero y queda en libertad. Tras una serie
de aventuras, intenta casarse con una dama, pero don Diego lo reconoce y lo
manda apalear, así que huye y marcha a Toledo, donde se hace cómico y autor de
comedias. No satisfecho, al cabo de un tiempo se va a Sevilla, ingresa en la germanía
y, aunque decide pasar a las Indias a ver si mudando de mundo y de tierras
mejoraba también su suerte; pero…”fueme peor, pues nunca mejora su estado quien
muda solamente de lugar y no de vida”.
RECUERDA:
Salir del lodo y caer en el arroyo
Salté de la sartén y di en las brasas
Salí de Laguna y entré en Mojadas
Salí de Guatemala y caí en Guatepeor
Escapó del trueno y dio en el relámpago
Salir de Lodazales y entrar en Cenagales
Héroes si vencedores, y si vencidos traidores
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