Si como en otra
Apostilla mostraba, nuestra lengua dispone de rica variedad de tipos de tonto,
más rica es aún en frases hechas, cargadas en ocasiones de arcanos
significados, difíciles de desentrañar. ¿Quién va de coronilla o anda
de coronilla? Sin duda, quien tiene mucho trabajo e intenta hacerlo con
toda diligencia, mas casi siempre sin dar abasto, porque está hasta
la coronilla de quienes le ponen trabas, hasta que llega el momento
de que no da pie con bolo, se pone en el disparadero, y arma
la marimorena, e incluso la de San Quintín. Puede que incluso llegue
a vocear a grito pelado, tan vehementemente proclamado que fuera capaz
de poner el grito en el cielo, algo así como si el grito hubiera tenido
pellejo y se lo hubieran arrancado sin que lo anestesiaran previamente, o que grite
como un descosido. ¿Por qué, se pregunta Tono en su astracanada ¡Qué
bollo es vivir!, tienen que ser los descosidos quienes más gritan? ¿Acaso
por lo que pudiera verse a través del agujero? Andar como un zascandil
es ir de acá para allá como un informal, aturdido y entrometido, cual auténtico
correveidile. Aunque, dado que el número de zascandilas sea
posiblemente superior a su homónimo masculino y que las correveidilas
sean también más abundantes, exijo, en tanto feminista de
pro, no se las discrimine, y la RAE acepte las formas femeninas y las recoja de modo
inmediato en su Diccionario. Y en cuanto a eso de trabajar como un negro, me río yo.
¿Trabajar los negros? ¡Ja! Quienes trabajan incluso en los macropuentes
españoles capaces de durar una semana entera con pilares en santa Constitución
y en la Inmaculada son los chinos, que no cierran sus establecimientos aunque se
los sellen con pegamento Imedio. ¡Qué tíos más listos, los chinos! Conque se
los engañaba como a un chino, ¿eh? ¡Abrid los ojos!, pues tras sus
estereotipadas sonrisas, que nada tienen de simples, se comportan como
el pueblo más listo y astuto. ¿Y en cuanto a hacer el indio? ¿A qué indios
alude la sapiencial frase? ¿A los hindúes de las llanuras indogangéticas
o a los habitantes de los pueblos que abarcan en América desde los algonquinos
del norte hasta los araucanos del sur?
RECUERDA:
No subas para bajar ni bajes para subir
Solo Dios acierta a reglar con regla tuerta
Dios escribe derecho con renglones torcidos
Temprano se recoge quien tarde se convierte
Quien quiere la rosa, aunque se pinche, no se enoja
Quien paga a otro en su misma moneda, pagado queda
El sordico de la mora, que oía los cuartos, pero no las horas
Tenga el juez una oreja para el demandante y otra para la otra parte
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