viernes, 10 de octubre de 2014

Apostillas al refranero. Ocio


            Los cambios sociales ya sea en modas, técnica, usos, costumbres pueden afectar también a la significación de los vocablos. Ocio, en el refranero tiene una significación habitualmente peyorativa, como inacción voluntaria y deseada, sinónimo de pereza. Sin embargo, aunque hoy en día mantiene esa significación, el desarrollo de la sociedad, los avances técnicos, la disposición de mayor tiempo libre han hecho que pase a un segundo plano, desplazada por otra significación de connotaciones más favorables: el tiempo libre de una persona, fuera de sus ocupaciones y obligaciones habituales. La especialización y la parcelación del trabajo han provocado en los currantes desmoralización y monotonía, hechos que han creado la necesidad de evasión. A la vez, la automatización cada vez mayor ha permitido disponer de más tiempo libre, tiempo de ocio. Así entendido el ocio abarcaría cuanto hacemos para procurar el descanso, la diversión, el desarrollo de nuestra información y de nuestra formación, la participación en actos sociales, el desarrollo de actos culturales, es decir, el conjunto de actividades destinadas a alcanzar satisfacciones. Claro está, dependerían de cada persona, según la edad, el contexto social, la situación familiar, la formación, los recursos económicos...

 RECUERDA:
 
Libro cerrado no saca letrado
Quien mucho duerme poco vive
Quien mucho duerme lagaña tiene
Quien mucho duerme poco aprende
El ocio es el padre de todos los vicios
Quien mucho duerme lo suyo pierde
Persona ociosa no puede ser virtuosa
La ociosidad es la madre de todos los vicios
 
 Sol puesto, obrero suelto

 

 

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