Los cambios sociales ya sea en
modas, técnica, usos, costumbres pueden afectar también a la significación de
los vocablos. Ocio, en el refranero
tiene una significación habitualmente peyorativa, como inacción voluntaria y deseada, sinónimo de pereza. Sin embargo,
aunque hoy en día mantiene esa significación, el desarrollo de la sociedad, los
avances técnicos, la disposición de mayor tiempo libre han hecho que pase a un
segundo plano, desplazada por otra significación de connotaciones más
favorables: el tiempo libre de una persona, fuera de sus ocupaciones y
obligaciones habituales. La especialización y la parcelación del trabajo han
provocado en los currantes desmoralización y monotonía, hechos que han creado
la necesidad de evasión. A la vez, la automatización cada vez mayor ha
permitido disponer de más tiempo libre, tiempo de ocio. Así entendido el ocio abarcaría cuanto hacemos para procurar
el descanso, la diversión, el desarrollo de nuestra información y de nuestra
formación, la participación en actos sociales, el desarrollo de actos
culturales, es decir, el conjunto de actividades destinadas a alcanzar
satisfacciones. Claro está, dependerían de cada persona, según la edad, el
contexto social, la situación familiar, la formación, los recursos
económicos...
Libro cerrado no
saca letrado
Quien mucho duerme
poco vive
Quien mucho duerme
lagaña tiene
Quien mucho duerme
poco aprende
El ocio es el padre
de todos los vicios
Quien mucho duerme
lo suyo pierde
Persona ociosa
no puede ser virtuosa
La ociosidad es
la madre de todos los vicios
No hay comentarios:
Publicar un comentario