sábado, 18 de enero de 2014
Poemas
Estaciones
Cantaba el jilguero...
Blanca sonreía
la flor del almendro.
¡Explosión de luz!
Rompía la ola
en el marco azul.
Capote en el cielo:
lloraba el otoñoNo puedo
el paso del tiempo.
La luna de enero
alumbra un sudario
de nieve y de hielo.
Tu mano
Va y viene...
Tu mano va y viene
ligera, presurosa.
Tu mano no se detiene.
En contacto blando
descubre las formas;
en alada caricia
adivina las cosas.
Va y viene tu mano,
inquisitiva, nerviosa,
ojo con el que miras
desde el pozo de tus sombras.
No puedo
Rumor de olas oíste
Brisa marina aspiraste.
Luz y color añoraste...
Por mano ajena escribiste:
"Háblame del mar, marinero"
No puedo hablarte del mar,
aunque lo pides, abuelo.
Te hablaré de berrocales,
cascajares y barbechos,
parameras, encinares,
eriales y robledos;
cárcavas, nidos matojos,
llanuras ocres, oteros,
pinos, chopos, palomares
y caminos polvorientos.
No puedo hablarte del mar:
Soy hombre de tierra adentro.
Te diré de campanarios,
valles, sotos, vegas huertos,
ríos, arroyos, riberas,
sementeras y viñedos;
cigoñales, pozos, norias,
zarcos montes a lo lejos,
bodegas, silos, paneras
y castillos en los tesos.
No puedo hablarte del mar;
del mar hablarte no puedo...
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