domingo, 5 de noviembre de 2017

Apostillas al refranero. Revolución culinaria

         El descubrimiento de América supuso la mayor revolución gastronómica conocida en la historia. La cocina romana en los primeros siglos de nuestra Era basaba su dieta en tres plantas mediterráneas: trigo, olivo y vid: pan aceite y vino, con la que las legiones se enseñorearon del Mediterráneo y lo transformaron en un mar latino. Con la invasión musulmana en el siglo VIII, los europeos gozarían de nuevos productos traídos de Oriente: el arroz, los cítricos, el azúcar y un buen número de especias. Pero el cambio más profundo e intenso llegaría en los siglos XVI y XVII, provocado por el encuentro de productos conocidos en Europa y los nuevos descubiertos en el Nuevo Mundo, y de los que a los españoles les tocó hacer de introductores. Hasta entonces nunca paladares europeos habían saboreado el ananás, conocido también como piña, pues los españoles les daban los nombres que les recordaban a alimentos conocidos en su país, el maíz, la patata o papa, el tomate o manzana del paraíso, el pimiento, las alubias, el chocolate, el pavo o gallo de papada… Pero en el Nuevo Continente, nunca habían degustado las carnes del ganado ovino, porcino y bobino, ni el azúcar, ni el café, el vino o el azúcar, ni los pollos o las gallinas. La cocina nueva del Nuevo Mundo se creará por asociación de productos europeos e indígenas. Puesto que la alimentación indígena, salvo en el caso de sociedades desarrolladas (aztecas e incas) era habitualmente un medio de mera subsistencia, parece natural que fueran los españoles quienes impusieran sus usos culinarios, no como imposición a las bravas, sino como necesidad exigida por la mayor práctica y el superior dominio de las artes culinarias.


RECUERDA:


Tapar la nariz y comer perdiz
Gallina vieja hace buen caldo
Vaca y carnero, comer de caballero
Sed de cazador y hambre de pescador
Sal quiere el huevo y gracia para comerlo
La sardina y la longaniza al calor de la ceniza
Por carne, vino y pan deja cuantos manjares hay
Si las sardinas y el puerco volaran, mucho más se estimaran


Sobre brevas, agua no bebas

sábado, 28 de octubre de 2017

Apostillas al refranero. Caravaca de la Cruz

         En la provincia de Murcia se halla la población de Caravaca, cuyo núcleo se concentra en torno al castillo, que perteneció a la orden de los Templarios y más tarde a la de Santiago. El lugar es famoso porque, según una antigua tradición reconocida por la Iglesia, en el santuario de la Santa Cruz del Castillo se conserva el más grande de los lignum crucis existentes: un fragmento de madera de aproximadamente veinte centímetros de altura con doble travesaño. Está cubierto por un engaste de oro en forma de caja, que a su vez se halla encerrado en una caja de plata. La tradición refiere que el día 3 de mayo de 1231, el sacerdote Ginés Pérez Chirinos suscitó la curiosidad de Abú Zeit, jefe almohade de Valencia cuando lo interrogó acerca de su profesión y el sacerdote le contestó que era decir misa. El almohade le pidió una demostración y el cristiano respondió que no podía hacerlo porque necesitaba una cruz. En ese momento, surgieron dos ángeles portadores de una cruz que depositaron sobre una mesa para que sobre ella se celebrara la Eucaristía. A la vista del prodigio, Abú Zeit se convierte al cristianismo con gran parte del séquito presente. La reliquia se guarda en Caravaca desde el siglo XIII, así que al nombre del lugar se le añadió el apellido de la Cruz: Caravaca de la Cruz, centro de pregrinaciones, de modo especial en los años jubilares. Cada 3 de mayo, se celebra la fiesta en la que, además de una serie de actos religiosos, sorprende una espectacular carrera de caballos que suben riquísimamente enjaezados al castillo en el espectáculo conocido como Los caballos del vino. Una de las dos veces que he visitado Caravaca de la Cruz, tuve la suerte de comer en una especie de museo-restaurante donde en una serie de vitrinas se hacía gala de los jaeces ganadores de la carrera en distintos años, de modo que el tiempo que pasamos en el restaurante fue una alegría doble, pues no sólo gustamos sabrosos platos de la cocina murciana, que satisficieron el hambre de perros callejeros que llevábamos sino que también la vista disfrutó del espectáculo de los arneses expuestos.

RECUERDA:
Carne vieja hace buen caldo
Carne de pluma quita arruga
Olla llena, hambriento espera
La olla cogolluda, al costal ayuda
El comer y el rascar todo es empezar
Rascar y comer comienzo han menester
La comida caliente y la escudilla reciente
Olla reposada no la hay en todas las casas

A moro megro, capirote colorado

Moro: morcilla                                                                                 Capirote: vino tinto

sábado, 21 de octubre de 2017

Apostillas al refranero. Juicios de residencia


         No cabe duda alguna de que ciertos pueblos europeos tienen muy mala opinión de los españoles en lo que se refiere a corrupción y en lo que a falta de eficacia se refiere…; y sin embargo la administración de los pueblos de ultramar estuvo sometida desde el principio a rigurosos sistemas de control. Uno de ellos recibió el nombre de juicio de residencia, proceso judicial al que debía someterse todo funcionario público, desde el más encopetado virrey al más humilde de los alguaciles, cuando terminaban su tiempo de servicio. Constituían acontecimientos públicos pregonados por los alguaciles a los cuatro vientos y podía intervenir en ellos, mediante acusación, cualquier persona que tuviera alguna queja razonada del funcionario que se sometía al juicio. Las acusaciones podían ser de lo más variado, desde faltas de honradez hasta el incumplimiento de objetivos. Los juicios de residencia podían durar incluso meses, tiempo durante el cual, el funcionario no podía abandonar la población en que se celebraba. Si al final recibía la absolución, podía continuar su carrera profesional y ascender en ella; pero si no la recibía y era considerado culpable, podía ser multado económicamente, por lo que se le retenía parte del salario que le correspondiera, podía descender de categoría y ser relegado a un destino inferior, podía recibir pena de cárcel e incluso podía ser condenado a no ejercer en adelante cargos públicos. Funcionaron durante siglos con gran rigor y seriedad. Se cuenta de un oidor del Perú que abandonó el lugar un día antes de que acabara su juicio de residencia, con el fin de no perder el barco que había de transportarlo, y aunque fue el veredicto absolutorio, el Consejo de Indias lo obligó a regresar a Lima, pagando el viaje de su propio bolsillo para cumplir el día que se había tomado de asueto antes de ser absuelto.

RECUERDA:
El bien o el mal a la cara sal
Entre amigos, un notario y dos testigos
Las palabras vuelan, lo escrito permanece
Más vale un mal ajuste que un buen pleito
Entre dos muelas cordales nunca metas tus pulgares
Entre hermano y hermano, dos testigos y un escribano
Quien tenga el tejado de vidrio no tire chinas al de su vecino
El bien no es estimado hasta que es acabado

sábado, 14 de octubre de 2017

Apostillas al refranero. Universidades americanas


         Ha sido tantísima la dejadez de los españoles en los aspectos administrativos… que así nos va hoy en día en todas las administraciones…; y sin embargo, en América, los denostados españoles fundaron más de ciento veinte centros de educación superior de los que hasta mediados del siglo XIX habían salido allá por ciento cincuenta mil licenciados de los más diversos colores, castas y mezclas. Los portugueses, en cambio, no abrieron centros universitarios en sus dominios, y los holandeses lo harían a finales de los años treinta del siglo XX. Respecto a otros países punteros, habría que sumar todas las universidades creadas en la expansión colonial de los siglos XIX y XX por belgas, alemanes, franceses, ingleses, italianos y británicos para aproximarse al número de universidades hispanoamericanas creadas en los siglos XVI y XVII. El estudio científico de lenguas distintas a las europeas o las bíblicas comenzó en la América hispana. En cuanto se crearon universidades en los territorios españoles surgieron cátedras de lenguas indígenas, lo que no sucedería ni aun en los EE.UU. hasta el siglo XX. Felipe II ordenó en Real Cédula de 1580 la creación de esas cátedras. Los jesuitas tenían prohibido en América hacer profesión solemne si no conocían alguna de las lenguas indígenas de la región. El intercambio de ideas entre los centros universitarios europeos y los de la América hispana era constante así como el comercio de libros. Son también numerosos los testimonios que revelan que la vida universitaria de los centros de ultramar no difería mucho de los de Europa. Trescientos años de Administración española allende los mares, sin que se dieran grandes conflictos, sin que se produjeran importantes convulsiones sociales, en que la convivencia entre razas tan dispares fuera pacífica, incluso armónica y que existiera una evidente prosperidad, dicen mucho en favor de la labor llevada a cabo por los centros de educación.

RECUERDA:
Pensar no es saber
Al loco y al aire, darles calle
Principio bueno, la mitad hecho
No hay tal saber como bien querer
Más vale rato acucioso que día perezoso
Más ayuda la mañana que prima o hermana
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Perdiendo el tiempo, ni se gana fama ni se logra dinero

domingo, 8 de octubre de 2017

Apostillas al refranero. Médicos y hospitales


         Hemos sido tan mezquinos los españoles…; y, sin embargo ya los Reyes Católicos modificaron y modernizaron el Tribunal Real Promedicato y lo transformaron en un tribunal universitario que examinaba a físicos, cirujanos, boticarios y herbolarios a fin de que pudieran conseguir la licencia que les permitiría ejercer su profesión, sometidos a riguroso control jurídico. Los nuevos hospitales creados por estos monarcas como el de Santiago de Compostela o el de Santa Cruz, en Toledo, responden a un modelo de atención sanitaria muy superior al de los hospitales europeos de la época. El primer hospital construido en América lo abre Nicolás de Ovando en La Española, como se llamaba entonces, es decir, Santo Domingo, siguiendo las instrucciones de Isabel y Fernando, para que en él se acogiera y curara a toda la población, tanto europea como autóctona. En un periodo de quince años, el propio Ovando creó tres hospitales más en la misma isla. Entre 1500 y 1550 se levantarían en las Indias allá por 25 hospitales grandes, de magnífica factura, que cumplirían con su razón de ser durante siglos. En 1551, Felipe II dota una cátedra de Medicina en la Universidad de México, y en 1563 no solo se exigió a los médicos el título universitario, sino dos años de prácticas antes de poder ejercer. El mismo rey aprobaría en 1570 que los médicos formados en América no tuvieran que venir a examinarse a España. En el reinado de Felipe III llegó a exigirse a los cirujanos cinco años de prácticas, tres de ellos, en hospitales. En 1635, se abrió la cátedra de Lima y un año después la de Bogotá. Quiero recordar a los malpensados ya sean de turno ya de oficio que la primera cátedra de medicina en  territorios ingleses de Norteamérica no se abriría hasta 1765. Caso sorprendente es el de la ciudad de Lima, que llegó a tener más hospitales que iglesias y a disponer de una cama hospitalaria por cada 101 habitantes. El éxito (la mayoría de los hospitales prestó excelente servicio durante siglos) se debió al magnífico nivel médico de los profesionales, a los eficaces sistemas de financiación propio de cada hospital y, como queda dicho, a la fenomenal estructura de los edificios.


RECUERDA:

Paséate y orina y tendrás vida
Señal mortal es no querer sanar
No es de ahora el mal que no mejora
El sano al doliente so regla lo somete
Salud días y ollas componen las cosas
Gran parte de la salud es conocer la enfermedad
Ni con cada mal al cirujano, ni con cada pleito al letrado ni con cada sed al jarro

 Salud es al enfermo la cara del médico

domingo, 1 de octubre de 2017

Apostillas al refranero. Tierra Adentro


         Según refiere Borja Cardelús en La huella de España en EE. UU., cada tres años, el virreinato de Nueva España organizaba una caravana, denominada Conducta, a fin de abastecer las misiones y los ranchos españoles de la Tierra Adentro (Nuevo México, Arizona, Texas), y poblarla de nuevos asentamientos españoles. La caravana era enorme, formada por carretas entoldadas tiradas por bueyes, ocupadas por familias enteras, aventureros, frailes, soldados, y seguida por rebaños de ovejas, vacas, caballos, lazados en las marismas del Guadalquivir, en donde se llevaba todo lo necesario para trabajar la tierra, construir y dignificar la existencia de los habitantes de las misiones y guarniciones, al lado de las que surgían pueblos. Se transportaba semillas, plantones, aperos, herramientas, armas, libros y cualquier tipo de enseres que pudieran ayudar a hacer la vida un poco más amena y menos complicada. El viaje constituía una aventura épica. El Camino Real de Tierra Adentro era un trayecto de casi tres  mil kilómetros con tramos sin ruta fija, cuya culminación podía durar más de seis meses, pues las crecidas de los ríos que había que vadear podían retrasar durante semanas la marcha, hasta que descendiera el nivel de las avenidas; las dunas atascaban las ruedas de los carromatos. Bandas de ladrones esperaban los momentos propicios para asaltar viajeros y rebaños; tribus de indios no sometidos buscaban el botín entre los animales, sobre todo caballos, aunque no desdeñaban el rapto de personas. Animales salvajes, hienas y lobos seguían en acecho a viajeros y rebaños. Llegados a El Paso, cruzaban el Río Grande, y al poco, se iniciaba la Jornada del Muerto, cien kilómetros de secarral sin una sola fuente, que sometía a duras pruebas a personas y animales. Al llegar a Santa Fe, la caravana se dividía y tomaba por diversos caminos, como el de Los Adaes o el de Tejas. La Corona promocionaba el viaje a fin de no desamparar a los indios ya evangelizados, y los viajantes recibían un lote de tierra, el acceso a la hidalguía y el poder usar el don ante el nombre propio.

RECUERDA:

Por bien estar, mucho se ha de andar
Al triste, el puñado de trigo se le vuelve alpiste
El cebo es el que engaña, no el pescador y la caña
A quien de mucho mal es ducho, poco bien le basta
Aunque el bien se retrase, si me alcanza, nunca es tarde
Más quiero libertad con pobreza que prisión con riqueza
No hay camino tan llano que no tenga algún tropezón o barranco

 La oveja oro mea: por el lomo echa hilo, por las tetas leche, y por el culo trigo

sábado, 23 de septiembre de 2017

Apostillas al refranero. Caminos y siestas


         ¡Qué perezosos hemos sido los españoles! Tan vagos que hasta –dicen—inventamos la siesta de pijama y orinal…; y sin embargo, una de nuestras preocupaciones primeras en el Nuevo Mundo fue dotar de vías de comunicación estables a las ciudades, para que su vida pudiera desarrollarse en plenitud, de modo que los caminos reales constituyeron una de las prioridades de la política de la Corona en aquellas tierras. Los caminos reales tenían una anchura media de entre ocho y diez varas, de modo que eran transitables para cuadrúpedos y carruajes. El Camino Real México-Veracruz, que unía la capital virreinal con el puerto veracruzano, ya en 1540 era recorrido por unos cien tiros de mulas en las dos direcciones. En su construcción y mejora intervinieron técnicos tan famosos como el ingeniero militar Juan Bautista Antonelli. En el mismo virreinato, arteria fundamental fue el Camino Real México-Acapulco. El Camino Real de Chiapas conducía de México a Guatemala, y más al sur, nacía el Camino Real de Lima-Venezuela, en el virreinato de Nueva Granada atravesaba los Andes ecuatorianos. El Camino Real del Alto Perú sirvió para unir Lima, la capital peruana primeramente con la ciudad de Córdoba, en Argentina, si bien más tarde se prolongaría hasta la Avenida Rivadavia, en la propia Buenos Aires, con lo que alcanzaría una longitud de casi tres mil kilómetros. Mención aparte merece el Camino Real de Tierra Adentro, ruta de más de 2500 km., que se mantuvo abierta entre 1598 y 1882. Pasaba por regiones muy poco integradas en el imperio español, y zonas de escasa población y a veces poco conocidas, al que dedicaremos otra apostilla. Fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad el 1 de agosto de 2010.

RECUERDA:

Del buen trato nace el ingrato
Quien miel se hace, moscas lo comen
Quien mucho se abaja el culo enseña
Quien se deja cinchar se deja montar
Quien todo es miel cómenlo las abejas
En casa del bueno, el ruin junto al fuego

Viva la gallina aunque sea con su pepita

domingo, 17 de septiembre de 2017

Apostillas al refranero. Bárbaros españoles


         Según la propaganda de los enemigos de España, sobre todo la desarrollada en el mundo entero desde el Siglo de las Luces hasta el pasado siglo de siglas, especialmente por Francia y Gran Bretaña, qué intolerantes, qué inicuos, qué depravados, qué explotadores, qué nefastos y qué nefandos debimos ser los españoles en nuestros comportamientos habidos en todo el Imperio Español, desde su inicio allá por el 1500 hasta su acabamiento allá por los últimos años del siglo XIX. Sí, muy malos…; y, sin embargo, fuimos los primeros en preocuparnos del poblamiento y urbanización de las ciudades: En 1502, el gobernador de La Española, fray Nicolás de Ovando, estimula el desarrollo urbano de Santo Domingo impulsando el mestizaje, legislando la elección de alcaldes y corregidores, organizando el reparto de tierras entre españoles e indígenas. Alonso de Ojeda trazó el plano de la ciudad según la cuadrícula romana: calles en línea recta, manzanas cuadradas o rectangulares, una plaza mayor, centro de la vida urbana, a uno de cuyos lados debía construirse la iglesia mayor y enfrente, el edificio del cabildo. De acuerdo con este esquema se construirían otras ciudades: Veracruz, La Habana, Campeche… En 1535, don Antonio de Mendoza, nieto del Marqués de Santillana, renovó el plan, trazando calles más anchas, que permitieran el paso de carruajes, casas con edificios de poca altura, de modo que recibieran sol abundante y estuvieran bien ventiladas e iluminadas: Puebla de los Ángeles, Oaxaca, Valladolid fueron levantadas o mejoradas en México según el nuevo plan. En 1573, se decretó el Plan de Ordenamiento Urbano de las Indias en que se prohíbe ocupar asentamientos de indios, se insiste en seleccionar lugares adecuados, tener en cuenta las temperaturas y los vientos dominantes para determinar la orientación y la anchura de las calles. En 1590, Bautista Antonelli creó un plan de urbanismo mucho más completo por orden de Felipe II. Esto solo en el siglo XVI.

RECUERDA:
No hay miel sin hiel
Buscar tres pies al gato
Donde las dan, las toman
Habló el buey y dijo: “¡Mu!”
A palabras torcidas, respuesta derecha
El que dice lo que no debe oye lo que no quiere
La ley del embudo: para mí lo ancho, para ti lo agudo

 Sabiduría probada es tener la lengua refrenada

domingo, 10 de septiembre de 2017

Apostillas al refranero. Nación plurinacional


         El estatuto jurídico que España confirió a los territorios del Nuevo Mundo fue muy diferente al que el resto de los países europeos concederían a los territorios por ellos conquistados. Los territorios españoles no pertenecían a ninguno de los antiguos reinos históricos, sino que estaban unidos a ellos en la persona del rey y de los órganos gubernamentales que compartían. Es decir, tenían los mismos derechos que los territorios peninsulares. Dicho de otro modo: el Nuevo Mundo nunca fue una colonia española: sus habitantes, tanto los peninsulares que allí emigraron desde algún otro reino o territorio español, como los indígenas, fueron siempre tan súbditos de la Corona como lo eran los de cualquier otro territorio español peninsular, insular o europeo. Tan es así, que los reyes crearon un órgano de la misma importancia que el Gran Consejo de Castilla o de otros reinos y regiones, para América: el Real y Supremo Consejo de Indias. Esta amplia concepción y sentimiento de la españolidad se encuentra curiosamente plasmado ya en la Carta de Organización de la Cofradía de la Santísima Resurrección, redactado en la ciudad de Roma en 1580 y que reza así: Siendo esta cofradía propria de la Nación española es necesario que el que huviere de ser admitido a ella sea español y no de otra nación; la qual cualidad de ser español se entienda para el dicho effetto tanto el que fuere de la Corona de Castilla [Galicia, Asturias, León, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Vascongadas, Extremadura, Andalucía y Murcia] como de la de Aragón [Aragón, Cataluña, Valencia] y del Reyno de Portugal y de las Islas de Mallorca, Menorca, Cerdeña e islas y tierra firme de entrambas indias sin ninguna distinción de edad ni de sexo ni de estado. ¡Toma nación de naciones! ¡Toma nación plurinacional!

RECUERDA:
En cada tiempo, su tiento
Aún está el sol en las bardas
Aún está la pelota en el tejado
Nunca dejes el camino por el atajo
Entre todos la mataron y ella sola se murió
En cada legua hay un pedazo de mal camino
Lo que no acontece en un año acontece en un rato
Júntanse los hombres, mas no se juntan los montes

Niña, viña, peral y habar malos son de guardar

domingo, 3 de septiembre de 2017

Apostillas al refranero. Propaganda y éxito


         Mª Elvira Roca Barea sostiene que el conocimiento universal de la derrota de la Invencible, frente al casi total desconocimiento de la derrota de la armada de Isabel I, comandada por Drake, es causa de la eficacia de la propaganda inglesa frente a la ineficacia de la española, hecho que condujo a la aceptación general de las tesis isabelinas. ¿Cuántos saben que la Invencible no fue enviada para anexionar las islas al imperio español, sino para apoyar a una parte notable de población británica cuyos bienes y cuyas vidas peligraban, por ser católicos, a causa de la intransigencia y la persecución desatada contra ellos por los anglicanos, tras la muerte de María Tudor? ¿Cuántos conocen la diferente actitud de Felipe e Isabel tras las derrotas de sus armadas? J. F. C. Fuller pone de manifiesto cómo Felipe II atiende a sus soldados y marinos derrotados, en sus calamidades, procurando aliviar los sufrimientos provocados por la desastrosa expedición, mientras Isabel I, preocupada por reducir gastos, hizo pasar a los derrotados por tan graves penalidades que algunos murieron en situación de total abandono. Lord Burglhey escribe a la reina tres días después de haber regresado de la persecución: Las enfermedades y la muerte están causando estragos entre nosotros; resulta doloroso ver cómo aquí en Margate no hay lugar para estos hombres y muchos de ellos fallecen en las calles. Pocos días después insiste: Es lastimoso presenciar cómo los hombres padecen después de haber prestado tal servicio Valdría más que la reina hiciera algo en su favor, aun a riesgo de gastar unas monedas, y no los dejara llegar a semejante extremo, porque en adelante quizá tengamos que volver a necesitar sus servicios. La hábil propaganda de Isabel I conseguiría convencer a propios y extraños y la ayudó incluso a resolver problemas internos.

RECUERDA:

Afición ciega razón
No hay miel sin hiel
Hecha la ley, hecha la trampa
Por ser rey se quiebra toda ley
Más come la usura que la oruga
Hui de la ceniza y caí en las brasas
No es el bien conocido hasta que es perdido

Quien no es dueño de sí no es dueño de nada

domingo, 27 de agosto de 2017

Apostillas al refranero. Narcotraficantes


         Por fas o por nefas casi todo lo que surge alrededor de Gibraltar es de vergüenza. A ver si con el brexit se acaba la situación y dejamos de echar la culpa a los británicos y a los llanitos: Han surgido mafias de narcotraficantes cada vez más crecidas que han obligado a levantar barreras en la desembocadura del Guadarranque a fin de evitar el cobijo de lanchas zodiac dotadas de motores de novecientos caballos que trasladan droga desde Marruecos a España. Dicen alcaldes de la zona que el problema radica por una parte en la cercanía de Marruecos y por otra en las enormes bolsas de pobreza existentes en los pueblos, que empujan a la población a participar en el acarreo y ocultación de la mercancía, ya que las cantidades que cobran por una colaboración superan a las que pueden conseguir trabajando durante todo un mes en cualquier oficio de los que se ofrecen en la comarca. Un piloto con caché en el mundillo narco, experimentado en el manejo de una zodiac, puede ganar treinta mil euros por bulto de hachís desembarcado. Para saber si la zona de desembarco está libre de vigilancia o limpia de presencia policial, utilizan a los puntos, individuos normales que desde una esquina o una terraza e incluso un automóvil vigilan los movimientos de la Guardia Civil y advierten de su cercanía por medio de móviles de usar y tirar o de walkie-talkies, para no dejar rastro de las llamadas. Cuando consideran óptimas las condiciones, acercan, incluso a pleno día, la droga al lugar convenido, adonde llega un todoterreno de última gama, y una docena de hombres con trajes de neopreno descienden rápidamente hasta la lancha y en menos de diez minutos la vacían, llenan el automóvil y desaparecen como por ensalmo. La impunidad con que actúan crece y ha habido ataques a la Guardia Civil: en el mes de marzo, uno de sus coches fue apedreado por cerca de cien personas, cuando intentaban evitar el desembarco de un alijo, y los guardias hubieron de pedir ayuda a la Policía Nacional. Un mes después, un guardia que iba a su trabajo a las seis de la mañana recibió una soberana paliza de un grupo de conductores que hacían maniobras sospechosas.

RECUERDA:

Quien mal anda, mal acaba
Un ojo al plato y otro al gato
Tópanse los hombres y no los montes
El que quita la ocasión quita el peligro
Del bien al mal no hay el canto de un real
Las tripas llenas, que ellas llevan las piernas
Más quiero poco en seguro que mucho en peligro

 No hay ladrón sin encubridor

domingo, 20 de agosto de 2017

Apostillas al refranero. Donde las dan...


         Que una nutrida mayoría de españoles ignore que un año después de la Invencible la reina Isabel I de Inglaterra decidió atacar a Felipe II en la Península dice muy poco a favor del amor que tenemos a nuestra historia. El proyecto de Isabel fue enviar una flota que acabara con los barcos españoles de la Invencible que se reparaban en los astilleros del Cantábrico, sublevar Lisboa contra España, llegar a Sevilla si todo salía bien y, ya de retirada, apoderarse de una de las islas Azores. Se suponía que las tropas españolas estarían bajas de moral, que los portugueses, recién incorporados al Imperio español, se levantarían contra Felipe II, para lo que contaban con la complicidad del prior de Crato, aspirante al trono portugués. Se aprestó una flota de alrededor de 180 barcos que Isabel puso al mando de Francis Drake. Drake era un pirata, no un militar. Un almirante nunca se hubiera dejado sorprender por la falta de avituallamiento en sus barcos. Para acelerar todo lo posible la partida y explotar el factor sorpresa, Drake pensó avituallarse en alguna de los puertos españoles, donde no esperaba oposición para desembarcar, pero la tuvo, de modo que cuando marinos e infantería llegaron a Lisboa estaban hambrientos, sedientos, y tenían un gran número de enfermos. En Lisboa había tropas portuguesas y españolas. La verdad es que no se fiaban los unos de los otros, pero los portugueses debieron pensar que puestos a soportar tropas extranjeras, más valía lo malo conocido que lo bueno por conocer, así que ni los soldados se sublevaron ni la población se amotinó, sino que trabajaron en los preparativos de defensa con ahínco. La zurra que recibieron los ingleses fue de órdago, cosa de la que callaron, como suele ser habitual. La flota española de socorro estaba al mando de Alonso de Bazán. Cuando los ingleses huyeron de Lisboa, Martín de Padilla salió tras ellos con naves bien artilladas. Drake creyó que en mar abierto sus tácticas de pirata confundirían a Padilla, pero este anduvo listo e impidió el desembarco, con lo que el hambre aumentó. Se produjo desbandada general, motines incluidos, y fueron capturados cerca de cuarenta barcos. Los muertos se calculan en quince mil y las deserciones se cuentan por millares. El comportamiento de la reina para con los derrotados, según J. F. C. Fuller, fue infame.

RECUERDA:

La caca, callarla
La ropa sucia en casa se lava
Aún está el rabo por desollar
Hombre prevenido vale por dos
Ejército prevenido, medio combatido
Si el principio se yerra no se puede seguir fin buena

 La pintura y la pelea, desde fuera

sábado, 12 de agosto de 2017

Apostillas al refranero. La Invencible...


         No sé si habrá algún español maduro que no haya oído hablar de la Armada Invencible de Felipe II y que no conozca los hechos históricos bajo el prisma de la propaganda inglesa que se ha impuesto en todo el mundo e incluso en la propia España, cuyos puntos clave son: A) Felipe II se proponía dominar el mundo y someterlo a su tiranía, por lo que decidió invadir las islas británicas. Lo que pretendió fue vengar la muerte de María Estuardo, deponer a Isabel I, a petición de un número muy elevado de la población que veía peligrar su vida y sus bienes a causa de la intransigencia de los criterios anglicanos establecidos por la reina. B) Felipe II reunió una flota de 130 buques cuyo mando hubo de confiar a Alonso de Guzmán, duque de Medinasidonia, por el fallecimiento de Álvaro de Bazán, con una dotación de más de veinte mil hombres. Debía recoger en el Canal de la Mancha el ejército de Alejandro Farnesio, cosa que no pudo llevarse a cabo, con lo que la expedición perdía toda razón de ser, así que don Alonso intentará regresar, y lo hace bordeando las costas occidentales de las islas. C) La propaganda británica divulga la infamia de la incompetencia y la cobardía de los marinos españoles. A partir del 31 de julio, y los primeros días de agosto, se combate de modo casi constante. Documentos y cuadernos de bitácora manifiestan que la disciplina española no se relaja, que no hay rupturas en su formación y que combaten con denuedo. En esos combates tienen nuestras tropas 167 muertos y 400 heridos. Según los estudios de contabilidad de la Armada, se perdieron alrededor de treinta barcos. Buques de combate solamente dos cayeron en manos inglesas: el San Salvador y el Nuestra Señora del Rosario. D) Historiadores ingleses consideraron que fue una batalla decisiva que marcó el declive de España y catapultó a Inglaterra como potencia naval. Algo inexacto, pues Felipe II renovó la Marina española; entre 1588 y 1603, España no cedió ni un solo territorio de ultramar a los ingleses, en tanto ellos hubieron de aplazar la colonización de Virginia; y en las mismas fechas llegaron más barcos de América a España que en ningún otro periodo.

 
RECUERDA:

 Tras tormenta, gran bonanza
A tu patria y a tu rey, tenles ley
El que algo quiere, algo le cuesta
La sangre se hereda y el vicio se pega
Los males entran por arrobas y salen por adarmes
Ventaja manifiesta es tener las piedras y la cuesta
El peligro que no se teme es el que más pronto viene
 
Aunque malicia oscurezca la verdad, no la puede apagar

domingo, 6 de agosto de 2017

Apostillas al refranero. Hijas de la Revolución


         Existe en EE.UU. una asociación de mujeres fundada en 1890 por descendientes de quienes lucharon por la independencia de las colonias, que tiene hoy en día allá por ciento ochenta y cinco mil miembros, conocida como Daughters of the American Revolution (DAR), Hijas de la Revolución Americana, cuyo objetivo es promover el patriotismo, la educación y el conocimiento histórico de la contribución a la independencia de las colonias americanas. La ayuda española había sido sistemáticamente ocultada para que diera la impresión de que toda ayuda europea había llegado exclusivamente de Francia. Investigaciones, sin embargo, como las de Javier Marichal y documentos hallados por las DAR han demostrado que ya en 1780 en una real cédula del 17 de agosto, el rey español Carlos III requería a todos sus vasallos libres de América a que contribuyeran por una vez y en calidad de donativo a sostener los gastos de la guerra contra Gran Bretaña: un peso los nativos y dos pesos los españoles. Aunque el donativo fuera voluntario, un buen vasallo, por su lealtad, debía sentirse obligado. Pues bien, los ciudadanos de Nueva España (Nuevo México, Arizona, Flordia, Texas) entregaron al entonces virrey entre 1781 y 1784,  843474 pesos, a los que habría que añadir el millón seiscientos y pico mil de los comerciantes acaudalados en 1781, y los dos millones aportados por el Tribunal de Minas y el medio millón largo del Monopolio de Tabaco, cantidades con que se costearon las exitosas campañas de Bernardo de Gálvez para recuperar Florida y consolidar el dominio de Louisiana, y que sirvieron también para pagar a las tropas francesas que lucharon junto a George Washington en Yorktown y a la flota del almirante De Grasse en el bloqueo de la salida al mar del marqués de Cornwallis.

RECUERDA:

Lo prometido es deuda
Quien no fía no es de fiar
Ruego de rey, mandato es
Ruego y derecho hacen el hecho
Por tu ley, por tu rey y por tu honor
No es más grande el que más abulta
El que fía o promete, en deuda se mete
Ruego de grande, fuerza es que te hace

 No ha de faltar rey que nos mande ni papa que nos excomulgue

sábado, 29 de julio de 2017

Apostillas al refranero. Sánchez Paraíso


         Me entero por la prensa del fallecimiento de José Luis Sánchez Paraíso, y la noticia, penosa, me trae recuerdos del curso 64-65 en Salamanca. Era ya en ese año director del Colegio Mayor de San Bartolomé el catedrático de la Facultad de Medicina don Julio Rodríguez Martínez, quien allá por el curso 73-74, habiendo sido nombrado Ministro de Educación, se haría famoso por intentar establecer el calendario escolar denominado Juliano, según el cual los cursos escolares habrían de iniciarse en enero, con el año, y no en octubre. Pero no corramos tanto y volvamos a Salamanca al curso 64-65. Don Julio Rodríguez quería que los estudiantes del Bartolo hiciéramos deporte y ejercicio en lugar de amuermarnos físicamente, así que contrató a don Carlos Gil, creador e impulsor de la Escuela de Velocidad Salmantina, para que dos días a la semana nos baqueteara el cuerpo de manera adecuada. Quizá el señor Gil no dispusiera de demasiado tiempo, de modo que en ocasiones, alguno de sus alumnos lo sustituía. Y así fue como conocí personalmente al entonces campeón de España en velocidad: José Luis Sánchez Paraíso. Cuando él nos dirigía era exigente y no permitía escaqueos. Una vez que nos había zurrado la badana adecuadamente y estábamos a punto de caramelo, colocaba el potro, el caballo y el plinto uno tras otro para saltarlos en el escaso espacio de que disponíamos. El primer día que lo hizo, estábamos acojngustiaditos. Nos reconvino primero, nos explicó lo sencillo que sería hacer tres saltos seguidos aprovechando la inercia del empuje, nos animó a intentarlo y, sin darnos cuenta, nos mentalizó de tal modo que lo que antes nos parecía imposible resultó posible al primer intento. José Luis fue internacional en 72 ocasiones, participó en dos Juegos Olímpicos, en tres Campeonatos de Europa al aire libre, en otros tres en pista cubierta, en cuatro Juegos del Mediterráneo, amén de haber sido campeón de España en 100 y 200 metros lisos en doce ocasiones. ¡Honor y Gloria!

RECUERDA:

Pan y agua de Salamanca
Principio quieren las cosas
La cara es el espejo del alma
Obra empezada, medio acabada
Venga el bien y venga por doquier
A Dios rogando y con el mazo dando
A la mala costumbre, quebrarle la pierna
El cuerdo nunca está satisfecho de lo hecho

Entre san Pedro y san Juan, las yerbas olores dan

domingo, 23 de julio de 2017

Apostillas al refranero. An-alfa-bet-o-s


         Me quejaba yo hace unas apostillas (lo expreso así porque como publico una por semana, las apostillas me dan el cómputo del paso del tiempo) de la invasión de anglicismos que nos atosiga, cuando en la sección Cartas al Director de un periódico de tirada nacional, me encuentro con una de don Enrique Fernández de Córdoba, doctor en Ingeniería, lector impenitente, autor de doce libros, conocedor, se precia, de unos sesenta países, quien con cierta sorna se queja de la publicación de ciertos artículos periodísticos que le suenan a chino, ya que, aunque aparentemente han sido escritos en español, se hallan salpimentados con expresiones extranjeras cuyo contenido no entiende ni a la de tres. Y toma como ejemplo uno cuyo autor narra una visita a Nueva York, megalópolis en que encuentra  un ambiente hipster, halla niños con bata de Darth Vader y unos trekkies muy enfadados. Además, el periodista se toma unas Brooklin Lager que él supone deben ser cervezas de algún tipo especial. Un tantico avergonzado por no poder asimilar totalmente el contenido del artículo periodístico, a causa de tales expresiones, ruega a los columnistas escriban con claridad con sus propias palabras y no con citas tomadas de autores ajenos, por muy sublimes que hayan sido considerados los escritores a que pertenecen las citas, y que lo hagan en español, con giros y frases autóctonas, a fin de que él no tenga que quedar ante sí mismo como un despreciable analfabestia. En fin…, veo que no soy yo solo el único molesto por encontrarme con el inglés hasta en la sopa.

RECUERDA:

No es todo el sayal alforjas
No es tan bravo el león como lo pintan
Si la vista no me agrada, no me aconsejes nada
Vuela alto la vanagloria y cae al suelo y echa escoria
No es villano el de la villa, sino el que hace la villanía
Las mozas por bien parecer y las viejas por no aborrecer

 El buen calamar, en todos los mares sabe nadar

domingo, 16 de julio de 2017

Apostillas al refranero. En Coimbra


         ¡Cómo no iba a tener deseos de conocer Portugal si desde los siete años, en las épocas de vacaciones, con lo primero que tropezaba mi mirada al despertar eran las escarpaduras que el Duero había formado en Los Arribes, poco antes de recibir el agua del Tormes, y que me ocultaban Bemposta, pueblecito luso más cercano! Y ya estudiante, desde el mirador natural de La Ronda de Fermoselle, hermosa villa zamorana, a la altura del paraje conocido como las Cachas del Culo, dos inmensos peñascos que evocan nalgas humanas, podía descansar mi vista en las hermosas laderas portuguesas, ocupadas entonces por monte bajo, hoy por viñas que descienden en bancales hacia el río. Por eso, cuando me decidí en Salamanca por la especialidad de Lenguas Románicas, puesto que se nos exigía cursar como primera lengua extranjera el francés, elegí como segunda el portugués, elección que  me llevaría en el verano de 1963 a la Universidad de Coimbra, después de haber superado el primer curso de Lengua Portuguesa en mi alma mater, para hacer un curso de verano. La primera sorpresa fue que se trabajaba duro: mañanas: morfología, sintaxis, léxico y literatura; historia de Portugal o geografía portuguesa; tardes un poco más relajadas: fonética, historia de la música portuguesa, conversación. Los sábados, excursiones culturales. Descanso solo la tarde del miércoles y los domingos. Como toda universidad antigua, la de Coimbra ofrecía una serie de particularidades: Os caloiros (los novatos): Amén de poder ser sometidos a novatadas, sufrían ciertas limitaciones, la más cruel la limitación del tiempo de expansión pues se les exigía estar ya recogidos a partir de determinada hora. El incumplimiento iba acompañado de sanción y la reiteración era severamente castigada. Reáis repúblicas (reales repúblicas): Eran residencias estudiantiles regidas por los propios estudiantes. Me hicieron firmar el libro de oro de una de ellas y las hojas eran de papel de estraza. Queima das fitas (quema de las cintas): Usan unas excelentes carteras de mano en piel, sin asa, con dos compartimentos y un bolsillo forrado con tela del color de la facultad correspondiente, que en cuarto curso atan con cintas a las que queman la noche de la fiesta como signo de liberación.

RECUERDA:

La tierra ajena quema
Sé cortés con quien lo es
Ve do fueres y haz lo que debes
Por donde fueres haz lo que debes
La tierra que el hombre sabe, esa es su madre
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente
La tierra que me criare, démela Dios por madre

 A ave de paso, cañazo

domingo, 9 de julio de 2017

Apostillas al refranero. Las apariencias...


         El último año de la década de los setenta del siglo pasado me tocó la (mala) suerte de ser nombrado miembro de un Tribunal de Oposiciones a Agregados de Bachillerato en Andalucía, con sede en la ciudad de Málaga, en la que hube de permanecer desde el uno hasta el treinta y uno de julio. ¡Una bicoca! Allí advertí una tendencia común a la mayoría de los opositores: la de alargar las palabras. De modo que eran muy pocos los que sustantivaban o adjetivaban: por lo común sustantivizaban y adjetivizaban. Esa tendencia allí descubierta la he observado después corregida y aumentada tanto en el uso oral como en el escrito y en todos los ámbitos, sobre todo en la prensa. Me he encontrado marginalización por marginación, polemicidad por polémica, comunicatividad por comunicación, miserabilidad por miseria. Verbos como rechazar son transformados en inadmitir; autorizar en dar a luz; frenar en desincentivar; agilizar en dinamizar; citar en referenciar; resolver en solventar. He observado también el aumento del pleonasmo: a los consabidos subir arriba, bajar abajo, entrar dentro, salir fuera habría que añadir el convivir juntos, el tener hijos en común, la persona humana, las imágenes gráficas, los orificios abiertos o la belleza estética. Como escribo esta apostilla el siete de julio, san Fermín, por la tarde, ya me he enterado de que algunos corredores sufrieron heridas por asta de toro, vamos, que fueron corneados porque las calles estaban resbaladizas ya que habían caído precipitaciones en forma de granizo, es decir, que había granizado. Y para no aburrir, termino con ese nuevo giro prepositivo de cara a, divulgado por nuestros hombres y nuestras mujeres del tiempo: De cara a la tarde caerán chuzos de punta. ¿No caerían mejor los chuzos de punta ‘por la tarde’? Pero si es que en ocasiones no es necesaria ni preposición: De cara a mañana se esperan nubes…; simplemente: ‘mañana’. ¡Ni que cobraran por el número de palabras utilizadas!

RECUERDA:

Ni tanto ni tan calvo
El buen traje encubre el mal linaje
No hay ruin que no se tenga por bueno
Unos crían la fama y otros cardan la lana
Si no miran a la vieja, miran a lo que lleva
Lozoya lleva el agua y Jarama tiene la fama
Duero tiene la fama y Pisuerga lleva el agua
A cuenta de gitanos roban muchos castellanos
Todo lo ajeno parece bien, sino hombre ajeno sobre la propia mujer

 El olivar te hará bien si le haces mal

domingo, 2 de julio de 2017

Apostillas al refranero. Notario jocundo


         Antes de publicar esta apostilla, me lo he pensado mucho, pues aunque su protagonista fuera, como convendréis sin duda conmigo, persona bienhumorada, jocunda, divertida y jacarera, impone respeto intentar transmitir su ironía cuando bromea con su propia muerte incluso después de fallecido. Os explico: El ilustre Señor don Enrique Aldaz Riera, notario y escritor, falleció (copio en cursiva su esquela) el día 22 de marzo de 2017 a los setenta y dos años de edad. D. E. P. Como he sugerido arriba, debía ser un hombre feliz, jovial, marchoso, incluso un tantico frívolo y desde luego sin temor alguno a la parca, lo que implica también optimismo, satisfacción y conciencia limpia. Pues bien, al bromista, regocijado y juguetón don Enrique no debió ocurrírsele mejor broma que elaborar su propia esquela, a falta de algún dato (supongo) que habrían de completar (supongo) sus hijos o algún deudo o amigo alegre y desinhibido como él. Y sigo con la copia de su esquela: Rogad a Dios en caridad por el alma de Don Enrique Aldaz Riera que suplica perdón a sus deudos y amigos por haber tenido el atrevimiento de morirse sin su permiso. No lo hará más. Sus afligidos: fundamentalmente él mismo, si pudiera; hijos, Enrique y Helena; hermanos, sobrinos y demás parientes que suplican una oración por su alma. Era voluntad del difunto ser incinerado y que sus cenizas fuesen esparcidas en el mismo monte en que lo fueron las de su madre, pero, si por razón de la grave crisis que afecta al país, supusiese un excesivo gasto de energía, que le tiren al Llobregat. Os aseguro que llevo tres meses de risitas cada vez que me toca cambiar de sitio la esquela de este regocijado humorista y releo los términos en que ha sido escrita, mientras espera (más bien esperaba) la decisión que ya he tomado. Descanse en paz, y muchas gracias, don Enrique.

RECUERDA:

Alegría ten y vivirás bien
El gozo comunicado crece
Siembra y cría, y habrás alegría
Canta la rana, y no tiene pelo ni lana
La alegría dura poco en casa del pobre
Planta, siembra y cría, y vivirás con alegría
Placer y alegría, tan pronto ida como venida

 Al freír será el reír y al pagar será el llorar