martes, 27 de diciembre de 2016

Apostillas al refranero. Hambres, virtudes y vicios


            Desconozco el nombre del autor de este texto, pero me gusta y lo transcribo: Dichosos los que se empobrecen por invertir y crear puestos de trabajo, porque acumulan acciones del Reino. Dichosos los que renuncian a un pluriempleo que no necesitan para vivir dignamente, porque tienen un puesto asegurado en el Reino. Dichosos los funcionarios públicos que trabajan como si de trabajar para sí mismos se tratara y agilizan los trámites y estudian seriamente los problemas, porque su trabajo será considerado como santidad. Dichosos los profesionales que no se oponen a las reformas justas de su ejercicio profesional, porque vale más quedar a bien con Dios que con los colegas. Dichosos los obreros y empleados que prefieren puestos de trabajo para todos antes que sus propias horas extra o subidas adicionales, porque saben dónde está su beneficio. Dichosos los banqueros, intermediarios y comerciantes que no se aprovechan de situaciones difíciles para aumentar sus ganancias, porque prestan un gran servicio a la paz. Dichosos los políticos y sindicalistas que se esfuerzan en buscar soluciones reales al paro, por encima de estrategias o intereses de partido, porque aceleran la venida del Reino. Dichosos seremos todos, cuando dejemos de decir: “Si yo no me aprovecho, otro se aprovechará”; cuando dejemos de pensar: “Si todos lo hacen, no será tan malo”; cuando dejemos de razonar: “No faltando a la ley, puedo hacer lo que quiera”, porque entonces la vida en sociedad será anticipo de la felicidad del Reino.

RECUERDA:

 Harto ayuna quien más come
La pobreza es escalera del cielo para el bueno
Necesidad manifestada, necesidad remediada
No hay virtud y nobleza que no abata la pobreza
La pobreza no quita la virtud ni la pone la riqueza
No hay virtud ninguna que necesidad de miseria no la consuma
El hombre pobre todo es proyectos, a veces malos, a veces buenos
Pobreza, escalera de del infierno para el que de virtud anda enfermo
Si tienes dinero que te sobre y no tienes caridad, eres pobre de solemnidad

 Al comer, comamos; y al pagar, a ti suspiramos

domingo, 18 de diciembre de 2016

Apostillas al refranero. Jitanjáforas


            Es la jitanjáfora una broma del lenguaje que consiste en una creación caprichosa de sonidos que no significa nada, y cuyo valor estético se basa únicamente en la sonoridad. La más antigua registrada pertenece al poeta del siglo XVII Rodrigo Caro: Sal, salero, Sarabuca de rabo de cuca de acucandar. El diplomático, escritor, filólogo y crítico mejicano Alfonso Reyes dio a este tipo de expresiones el nombre de jitanjáfora, tomándolo de una escrita por el poeta cubano Mariano Brull: Filiflama alabe cundre / ala olalúnea alífera / alveolea jitanjáfora / liris salumba salífera. En los inicios del siglo XX, ultraísmo, dadaísmo y surrealismo las utilizaron con extraordinaria frecuencia. Rafael Alberti llena de jitanjáforas el poema dedicado al inquietante pintor que es El Bosco, en que un diablo siebre, notiebre, sipilipitiebre, mandrica y pilindrica, rabudo y cornipelambrudo, mosquiconejea, peditrompetea por un embudo. Los compositores de zarzuela escriben auténticas jitanjáforas para que los letristas se adapten al ritmo de la música y adecuen los textos que escriben al ritmo musical. De una de esas jitanjáforas procede la palabra suripanta, que en principio significó ‘corista’ y luego, por extensión ‘mujer casquivana’, ‘meretriz’. Debió suceder así: En un estribillo de la zarzuela El joven Telémaco, el compositor escribió: Suripanta, la suripanta / maqui trunqui da somatén. / Sun fáribum, sum fariben / maca trúpitem sangasinem. Por la razón que fuera, el letrista no llegó a tiempo de ponerla en el idioma inteligible y el coro cantó el estribillo tal como lo dejó el compositor de la música, con un éxito tal que se venía abajo el teatro de aplausos. Tan famosa se hizo la suripanta, que don Juan Valera la propuso para introducirla en el Diccionario y lo consiguió. El coro de las Ketchup en una canción titulada Aserejé hizo también una auténtica jitanjáfora: Aserejé ja de jé. De jebe tu de jebere seibiunouva, / majavi au de bugui au de buididipi.  No he encontrado jitanjáforas en los refranes, aunque sí contrastes tan marcados que suspenden el juicio.

RECUERDA:
Madre acuciosa, hija vagarosa
Prenda que come, nadie la tome
A padre guardador, hijo gastador
Ni blanco que admire ni negro que tizne
Quien tiene ganas de bailar sin son bailará
Pleito y orinal llevan al hombre al hospital
En casa de tu enemigo, la mujer ten por amigo
Al comer y al cagar se debe el hombre espaciar
A las veces, do cazar pensamos, cazados quedamos
Si buena cuchillada me dio, buena pedrada di a su perro

 Casa de tierra, caballo de hierba y amigo de verba, todo es mierda

lunes, 12 de diciembre de 2016

Apostillas al refranero. El sindicalista y el masoquista


            Hace unos meses leí en la prensa salmantina un artículo acerca de un sindicalista liberado a quien hace veinte años le fue concedida la pensión máxima de jubilación gracias a la documentación falsa presentada acerca de un accidente que según los papeles había ocurrido en la mina, cuando realmente sucedió en las calles de Rodiezmo. Lo curioso es que ya por la época del ‘accidente’  el sindicalista ni se acordaba de qué color era el carbón mineral. En 2009, fue condecorado con la Medalla de Oro del Trabajo gracias a una componenda política, y para acabar de rellenar su currículo, aprovechando una amnistía del Gobierno, legalizó un millón cuatrocientos y pico mil euros que poseía en no sé qué paraíso fiscal. Pensaba yo que ahí se encontraba el colmo de la desfachatez y el asombro, cuando hace una semana me encontré también en la prensa con la noticia de que el Tribunal Supremo había condenado a un individuo a tres años y medio de prisión por un delito de estafa, y a devolver trescientos treinta y cinco mil euros que varias aseguradoras habían ingresado en su cuenta. Parece ser que el muy ladino el 10 de diciembre de 2007 simuló un accidente para cobrar las pólizas de varios seguros: Montó en su automóvil y, llegado al lugar elegido, se amputó una mano no se sabe si solo o con ayuda. Para controlar la hemorragia se hizo un torniquete, empujó el coche por un terraplén, bajó, dejó la mano cortada a los pies del asiento del conductor, incendió el automóvil despeñado y destrozado con una bolsa de gasolina, llamó al 112 y esperó a que llegara la policía, que lo encontró ¡fumándose un cigarrillo! En fin, ¿es necesario algún comentario ante tan obtuso comportamiento? En efecto, ¡hay gente pa tó!

RECUERDA:

 Mientras el lobo caga, la oveja se escapa
Para su perdición salieron alas a la hormiga
Para su mal busca engaño el simple al sabio
Nacen alas a la hormiga para morir más aína
Tienes en casa el muerto y vas a velar el ajeno
Siempre sale a hablar quien tiene por qué callar
Por su mal y por su ruina salen alas a las hormigas
Quien va a la boda y no es convidado vuelve de ella avergonzado

 Para pasar agua y dar dinero nunca seas el primero

domingo, 4 de diciembre de 2016

Apostillas al refranero. Animales fantásticos


        En la acera de enfrente de los animales reales se aposentan los animales fabulosos y legendarios que, por lo que dicen, no han existido, aunque también posean su historia. Cerbero, fue un can dotado de tres cabezas, con el cuello erizado de serpientes. Defendía la entrada de los Infiernos en donde permitía la entrada a las sombras de los muertos, pero impedía que pudieran salir. Los grifos, aves fabulosas con cabeza de águila y cuerpo de león alado, guardaban el tesoro de Apolo, contra los ataques de los Arimaspos, individuos que poseían solo un ojo y eran buenos arqueros; la Esfinge, poseía rostro y pecho de mujer, cuerpo de león, alas, como las harpías, y cola de dragón. Se colocaba a la entrada de Tebas y dirigía preguntas a los caminantes. Si las respuestas no eran satisfactorias, era muerto y devorado al instante, hasta que Edipo acertó la respuesta, así que el monstruo se arrojó por un acantilado. Los centauros poseían busto de hombre y cuerpo de caballo, se alimentaban de carne cruda, tenían inclinación inmoderada al vino y a las mujeres. El Minotauro poseía cabeza de hombre y cuerpo de toro, fruto de los amores aberrantes de Parsifae, esposa de Minos, con un toro blanco. Se alimentaba de carne humana devoraba cada año siete mancebos y siete doncellas que los atenienses pagaban a Minos, tras ser derrotados por él. El basilisco poseía cola de serpiente, cuerpo de sapo y cabeza de gallo, y era capaz de matar simplemente con la mirada, aunque cuando se pone uno hecho un basilisco es muy plausible que le dé un infarto, así que ni la mirada sería necesaria. El unicornio fue un caballo poseedor de un solo cuerno en la frente a cuyas partículas limadas se atribuía una potencia sexual inmensa. Figura en el escudo de armas de la Casa Real británica. Pegaso, caballo alado, símbolo de un excelente camión español, solo pudo ser domado por Belerofonte, a quien derribó cuando pretendía subir al Olimpo, por lo que fue transformado en constelación.

 RECUERDA:

 El diablo a los suyos quiere
Vase la fiesta y queda la bestia
Caballo que vuela no quiere espuela
Sufre el asno la carga, pero no la sobrecarga
En los nidos de antaño no hay pájaros hogaño
Quien malo tiene el rabo no puede estar sentado
Sabiduría de pobre hombre, belleza de pata y fuerza de ganapán, nada real

 Tal es el yerno como el sol de invierno: poco, malo y traidor

domingo, 27 de noviembre de 2016

Apostillas al refranero. Animales reales


            Existen, claro está, los animales reales y, aunque algunos recalcitrantes lo nieguen, existen también los animales fantásticos o legendarios. ¡A ver, si no, cómo pudo caerse la Rosaura de La vida es sueño del hipogrifo en que cabalgaba vestida con traje hombruno! Vamos hoy con los reales, como la sardina, el gato o la gallina, tan estimados por el refranero. ¿Sabéis que los individuos de cada especie animal poseen su lenguaje propio, aunque sean de países distintos? En eso, han adoptado una globalización mayor que los humanos: una gata de Bengala se entiende con un gato francés sin necesidad de intérprete. ¡Y pensar que en el Senado español un gallego, un catalán y una castellana tienen necesidad de intérprete! Aunque de los que viven en el agua no sabemos demasiado salvo de algún género, como los cetáceos, los terrestres son mucho más conocidos: rompe el gallo con su canto las sombras de la noche, cuando las Cabrillas marcan el momento de mayor oscuridad. Crotora la cigüeña en el campanario machacando el ajo; gazna el cuervo, aunque la RAE prefiera grazna; parpa el pato, croaja el grajo, gruye la grulla y el ganso vozna. Cuchichía la perdiz, zurea la paloma, cacarea la gallina, a no ser que esté clueca, en cuyo caso cloquea, llamando a sus pollitos. Tría o chía la golondrina, garre el loro, tía el pavo, pía el pollo y cucúa el cuclillo. El gato maúlla, a no ser que, satisfecho, ronronee; ladra el perro, aúlla el lobo, que también otila, mientras el mistolobo ulula. Ruge el león, la pantera himpia, así que la oveja, atemorizada, balita, porque no es capaz de balar; relincha el caballo, rozna el asno, brama el ciervo, gamita el gamo y el toro remudia, en tanto muge la vaca. El cerdo gruñe, remudia el jabalí, y el elefante barrita. Silba la culebra caliente al sol de mediodía, chirría la chicharra, en tanto groa o croa la rana. Y en el entretanto, la primavera va abrochando en sus ojales los botones de las flores.

RECUERDA:

 Sardina que gato lleva, digerida va
La vieja gallina hace gorda la cocina
La sardina en la brasa y la moza en la cara
La sardina arencada debajo del sobaco se asa
La gallina, sin dientes, a los muertos hace vivientes
No hay sardina mala ni la puede haber, que la mala para comer es buena para beber
Si el villano supiera el sabor de la gallina en enero, no dejaría ninguna en el pollero

 Al gallo que canta le aprietan la garganta

domingo, 20 de noviembre de 2016

Apostillas al refranero. La plepa


            Cierto día, hace muchos años, se encuentra uno por vez primera con la palabra plepa, cuyo significado ignora. Como es razón, la busca en el Diccionario de la RAE, que la define como persona animal o cosa que tiene muchos defectos en lo físico o en lo moral. Como indica, además, que es de origen incierto, uno acude al Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Joan Corominas, por aquel entonces recién adquirido, donde se informa de que es un vocablo que entra en nuestra lengua a mediados del XIX, de origen incierto, aunque, como es palabra viva, sobre todo en el Noroeste quizá se haya extraído del asturiano ‘plepayu’, un objeto inútil. Y uno, que es muy disciplinado, acata la explicación. Pero un buen día, al cabo de los años, cae en manos de uno un breve y delicioso articulito del periodista Luis Ignacio Parada, Teoría y práctica de la plepa, en una columna que escribía en ABC, titulada Tirando a dar. En él refiere con gran donaire que existe un libro titulado Aventuras y desventuras de un soldado viejo natural de la villa de Borja, cuyo autor, Romualdo Nogués, explica que durante la invasión francesa había en Sevilla un intendente francés que compraba caballos para el ejército napoleónico. Las gentes de los alrededores le llevaban animales en no muy buen estado, así que, cuando encontraba alguno tarado, exclamaba enfáticamente en francés: “Plaît pas” (‘no me gusta), que suena “Ple pa”. Y como tenía que decirlo con mucha frecuencia, la frase se hizo famosa y con el término ‘plepa’, pasó a designarse primero el caballo con tacha y después se extendió a todo lo rehusable tanto física como moralmente. Y a uno le agrada la explicación y la prohija y la hace suya.

RECUERDA:

 Moza galana, cabeza vana
Moza resera, o puta o parlera
Moza mala, a porradas hace la cama
Moza garrida, o bien guardada o bien perdida
Mozas locas y por casar, mal ganado es de guardar
A la moza y a la parra no se las ve hasta alzarles la falda
Moza que muchas veces va a la plaza, en alguna se embaraza

 Una moza en un mesón y una higuera en el camino; un tentón y otro tentón, se va madurando el higo

sábado, 12 de noviembre de 2016

Apostillas al refranero. Calças y calores


            En este agosto de 2016 en que está fallando el refrán ‘agosto, frío en rostro’, pues que pasado ya san Bernardo, en este Madrid de obritas y chapuzas y chaperones veraniegos no baja la temperatura ni a la de tres, pese a la Paloma, san Lorenzo o san Roque, y lleva algún tiempo martilleándome el cerebro el recuerdo del cuento del Mançebo que casó con una muy fuerte et muy brava, de El libro de los exiemplos del Conde Lucanor et de Patronio, de don Juan Manuel. El Conde Lucanor es una obra didáctico moral en que por medio de una serie de apólogos el ayo Patronio resuelve de modo ameno los problemas que el conde le va planteando, solución que ofrece sintetizada en un dístico al final de cada cuento. En el apólogo XXXV, el conde pide consejo a su ayo porque un criado le pregunta si debe casarse con una muchacha que tiene fama de irreductible. Patronio le cuenta el caso de un joven moro, dechado de perfecciones, que quiere casarse con la hija de un amigo de su padre. La muchacha, con fama de brava y dominantona, no tiene ningún otro pretendiente, así que se la entregan de muy buen grado. Celebrada la boda, cuando los novios se quedan solos, el mancebo pide a un perro, un gato y a su único caballo, por este orden, le traigan agua para lavarse. Como no lo hacen, los va matando con gran saña, y los descuartiza, y lo llena todo de sangre, así que la esposa se atemoriza, de modo que cuando se lo ordena a ella se lo sirve de modo inmediato. Cuando por la mañana los parientes van a ver cómo ha transcurrido la noche, quedan asombrados al verla a ella haciendo guardia para que nadie despierte al marido. Visto lo sucedido, el suegro quiere hacer con su esposa lo que ha hecho el mancebo con su hija, pero la mujer se ríe en sus barbas y le contesta que ya es tarde. Debió añadir también, aunque esto no lo recoge el autor, algo así: Si muy pronto las calças no te pones, / pondraste en vez de calças los calçones, / et llamarte-han calçonaços. Ya sé que no es un dístico, pero la añadidura es la que hace el caldo. 
 
RECUERDA:

 ¡A buenas horas, mangas verdes!
A burro muerto, la cebada al rabo
Pan para hoy y hambre para mañana
Cuando llega la mecha ya no aprovecha
Tarde chilla el pajarillo cuando está asido
Cuando Dios no quiere, el santo no puede
Flor de almendro, hermosa y sin provecho
Vos seréis buena cuando las ranas críen pelo

 Todavía dura la calentura

domingo, 6 de noviembre de 2016

Apostillas al refranero. Esforzados y fulleros


            ¡Qué pandilla de tramposos fulleros, ventajistas, tahúres y embusteros! ¡Nada menos que treinta mil defraudadores de la Seguridad Social! Los descubiertos, porque, ¿cuántos quedarán aún por descubrir? ¡Qué pueblo el nuestro! ¡Y después decimos de los políticos...! ¡Lo llevamos en la sangre! Contaban en Salamanca que allá por los años sesenta hubo un accidente en una harinera salmantina: unas sacas de harina mal apiladas se vinieron encima de un obrero, parece ser, vecino de Tejares, aldea que es citada también como patria de Tomé Gonzáles y Antona Pérez, los padres de Lázaro de Tormes. A causa del accidente, el buen hombre hubo de  utilizar durante algún tiempo muletas. Y debió tomar tal afición a ellas, que cuando los médicos le hablaron de la mejoría y de la rehabilitación, él se aferró a sus muletas, a pesar de que los rehabilitadores le pedían fuera olvidándolas. Llegada la fiesta de la Virgen de la Salud, salió de casa como siempre, arrastrando los pies y quejándose, y se metió en la taberna con unos amigos. Ronda va, ronda viene, bebió como un odre sediento y, bien bebido, siguió a los amigos hasta el frontón donde cada vez más animado, arrinconó las muletas y se puso a jugar a la pelota. Cuando se dio cuenta de la metedura de pata, fingió desmayarse y se lo llevaran a casa en volandas. Desde entonces hasta la celebración de la vista por su accidente, apenas pisó la calle. Llegada la fecha, acudió a la Magistratura en donde los ujieres hubieron de subirlo a la sala a la silla la reina. En la vista, la empresa aportó una filmación en superocho en que se veía perfectamente la hazaña del pelotari, con lo que se puso de manifiesto la superchería y, claro está, perdió, así que se quejaba de que la justicia de Franco fallara siempre en favor de los patronos.

 RECUERDA:

Por el pan baila el can
 No se ganó Zamora en una hora
 Uno levanta la caza y otro la mata
Si quieres holgura, sufre amargura
El que coma la carne que roa el hueso
Quien malos caminos anda malos abrojos halla
No hay montañas sin cañadas, valles y quebradas
 Todo tiene remedio, salvo la muerte

domingo, 30 de octubre de 2016

Apostillas al refranero. De mal en peor


            Hijo de un barbero ladrón y de una zurcidora de gustos aficionada a la brujería, el Buscón don Pablos nace en Segovia, donde tiene una infancia mezquina al lado de sus progenitores, así que un día decide entrar al servicio de don Diego Coronel, hijo de don Alonso Coronel y Zúñiga, como criado. Pues que don Alonso decide que su hijo para formarse entre en pupilaje con el Dómine Cabra, Pablos ha de acompañarlo y ambos entran en ‘poder de el hambre viva’. Al cabo de poco tiempo, han de sacarlos,  pues a punto están de fenecer por hambre. Una vez recuperados, marchan a estudiar a Alcalá en donde Pablos es objeto de muy sucias novatadas estudiantiles, de las que se venga con travesuras y crueldades. Enterado de que su padre ha muerto ahorcado, parte a casa de su tío, el verdugo, quien le hace entrega de la herencia. Se traslada a Madrid, villa en que frecuenta garitos y pésimas compañías que lo llevarán a la cárcel. Soborna al carcelero y queda en libertad. Tras una serie de aventuras, intenta casarse con una dama, pero don Diego lo reconoce y lo manda apalear, así que huye y marcha a Toledo, donde se hace cómico y autor de comedias. No satisfecho, al cabo de un tiempo se va a Sevilla, ingresa en la germanía y, aunque decide pasar a las Indias a ver si mudando de mundo y de tierras mejoraba también su suerte; pero…”fueme peor, pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida”.

RECUERDA:

 Salí de ladrón y di en ventero
Salir del lodo y caer en el arroyo
Salté de la sartén y di en las brasas
Salí de Laguna y entré en Mojadas
Salí de Guatemala y caí en Guatepeor
Escapó del trueno y dio en el relámpago
Salir de Lodazales y entrar en Cenagales
Héroes si vencedores, y si vencidos traidores

 Quien fue a Sevilla perdió su silla

lunes, 24 de octubre de 2016

Apostillas al refranero. Debates con vino


            En distintas literaturas a lo largo de los tiempos se han difundido escritos tanto en verso como en prosa en que se ofrecían discusiones entre dos poetas o entre dos individuos, dentro de la composición de un mismo autor. Se difundieron en la literatura latina en su época, en el mundo árabe, en las naciones cristianas de Europa sobre todo en la época del desarrollo de la Escolástica, y de manera especial en la lírica provenzal en géneros como la recuesta, la tensó o partiment. También en la Edad Media española encontramos el género de disputas, que debían agradar sobremanera a las gentes cultas. Se hacían disputas acerca de los temas más diversos: las excelencias del verano o el invierno, las de la juventud o la vejez, de las tres religiones (judía, cristiana o mahometana). Eran debates en que alguien ensalzaba una postura y desacreditaba o infamaba la otra, mientras que el oponente actuaba de modo contrario, con toda clase de argumentos, desde los más elevados a los más chocarreros. Tomaremos algunos poemas: Disputa del alma y el cuerpo es un poema escrito a finales del siglo XII o inicios del XIII, inspirado en un modelo francés, en que el cuerpo y el alma de un difunto se echan la culpa de los pecados cometidos; Razón de amor, y Denuestos del agua y el vino son poemitas muy relacionados entre sí. El primero nos ofrece un personaje masculino que es poeta a la hora de la siesta en un huerto ameno lleno de árboles y flores, cerca de una fuente. Descubre a una doncella que ha preparado una copa de agua y otra de vino, y que tiene a la sombra para ofrecerlos a su amante. Entablan un diálogo amoroso con mutuas quejas. Parte la joven y una paloma derrama el agua sobre el vino y comienzan los reproches entre el agua y el vino. En la disputa de Elena y María, poema incompleto, dos hermanas hidalgas, enamoradas respectivamente de un caballero y de un clérigo, disputan acerca de cuál de los amores es mejor.

 
RECUERDA:

 Vino de Toro, sangre de cabrito
El vino de Amiés ni lo vendas ni lo des
El vino bueno no ha menester pregonero
A la bota darle el beso después del queso
¡Que Dios me lleve a España!, y estaba en Cazalla
Quien tras el caldo no bebe no sabe lo que se pierde
Sopa en vino no emborracha, pero arrima a la pared
El vino de Sanmartino, encerrado en Ávila es más fino
Si en beodo te vieres ir, deja la compañía y vete a dormir
En verano por calor y en invierno por frío, nunca falte tiento al vino

 Más vale vino maldito que agua bendita

martes, 18 de octubre de 2016

Apostillas al refranero. Engaños


            Fueron únicos los griegos para expresar tragedias y sagas narrativas de tramas familiares. En su mitología, era Urano la personificación del Cielo, hijo y a la vez esposo de Gea, la Tierra. Padre de los Titanes, los Cíclopes y los Hecatínquiros, gigantes de cincuenta cabezas y cien brazos, Urano odiaba a sus hijos y, nada más nacer, los hizo encerrar en el Tártaro, lugar subterráneo más profundo que el Hades, el infierno. Uno de ellos, el titán Cronos, se sublevó contra él y, ayudado por su madre, Gea, que le entregó una cuchilla, capó al padre y liberó a sus hermanos, aunque una vez conseguido el trono celeste volvió a encerrarlos y a aherrojarlos, para que no conspirasen ni diesen la lata. Se unió a su hermana Rea con quien tendría una serie de hijos, a los que fue devorando a medida que nacían, pues los hados le habían predicho que sería destronado por una de las criaturas. Cuando nació Zeus, Rea engañó a su esposo y en lugar de entregarle al chiquillo, le dio una piedra lisa envuelta en pañales que Cronos se tragó como bocado exquisito. Rea entregó la criatura salvada a Amaltea, que se la llevó a Creta, donde la hizo amamantar con la leche de la cabra Aix. Como premio, Amaltea daría el nombre a una constelación. Jugando un día Zeus con Aix, le arrancó un cuerno que regalaría a Amaltea, tras transformarlo en cornucopia siempre llena de los frutos frescos que ella apeteciera. Llegado Zeus a la edad viril, dio a su padre un brebaje que le hizo vomitar a los hermanos vivos y, ayudado por ellos, durante diez años lucharía contra el padre, a quien por fin logró derrotar y destronar. En el reparto de poderes, a Zeus le correspondió el Cielo y recibió como atributos el trueno y el rayo; a Poseidón le correspondió el mar, y su atributo fue el tridente; a Hades, el mundo subterráneo, y su atributo el casco que hacía invisible a quien lo llevara puesto.

RECUERDA:

 A luengas vías, luengas mentiras
Justa razón, engañar al engañador
El tramposo pronto engaña al codicioso
Teñirse el hombre cano no le quita años
Quien se tiñe la barba solo a sí se engaña
Quien tan presto lo huele, debajo lo tiene
Ratones, arriba, que todo lo blanco no es harina
La gata de Marirramos que está muerta y caza ratones

 Quien roba a un ladrón cien años tiene de perdón

domingo, 9 de octubre de 2016

Apostillas al refranero. Ni tanto ni tan ralo


            Desde el balcón de mi casa que mira a un parque infantil, a la hora de la salida de los cuatro o cinco colegios que hay en los alrededores, oigo a la chiquillería desfogarse con chillidos tan agudos que entran hasta los rincones recónditos del cerebro, mientras observo con envidia las veloces idas y venidas, las ascensiones y saltos a y desde los aparatos instalados por el Ayuntamiento. Y me sorprende también la pasividad de los padres ante actos incívicos contra el mobiliario donde los críos ejercitan sus cuerpos. No estoy en contra de que los niños se recreen y diviertan a lo grande, todo lo contrario, siempre que se respete a los demás usuarios y a los propios aparatos que ayudan a la diversión. Pienso, no obstante, que los primeros y principales educadores de las criaturas son los padres, quienes deben enseñarles que tienen derechos, pero también deberes, es decir, responsabilidades que aumentan a medida que crecen y sus mentes se desarrollan. Los padres son los que han de concienciarlos del valor y la necesidad del 'no' en determinadas circunstancias. De nada servirá que en el colegio los enseñen a convivir, a desarrollar sus facultades intelectuales y morales si la familia pasa de ello o, lo que es peor, se dedica a hacer labor de zapa. Si consideramos a nuestros abuelos errados por rígidos y nos reímos del contenido de ciertos refranes, nuestra pasividad al permitirles el exceso de tecnología, por ejemplo mientras se sientan a la mesa, puede ser tan nefasta como la denostada rigidez.

 
RECUERDA:

 Al hijo malo, pan y palo
Al niño y al mulo, en el culo
Al hijo gastador, barro en la mano
Quien tiene un hijo solo hácelo tonto
Hijo malo más vale doliente que sano
Celo y enseño, del mal hijo hace bueno
Ceño y enseño, del mal hijo hace bueno
Al hijo querido, el mejor regalo el castigo
 
 Aunque vestido de lana, no soy borrego

domingo, 2 de octubre de 2016

Apostillas al refranero. Tres arcángeles


El equinoccio de otoño (23 de septiembre) es en nuestra tierra una época de tormentas frecuentemente violentas. Seis días después, el 29 del mismo mes, se celebra en Occidente la fiesta de tres de los cuatro arcángeles: san Miguel, san Gabriel y san Rafael. Mî Ka Él significa “¿Quién como Dios?”, grito de guerra del arcángel al enfrentarse con Luzbel, Lucifer, el ángel caído. Gabriel significa “Dios es mi fuerza”, y es el ángel mensajero por excelencia. Rafael, “Dios cura”. Es el arcángel que ayuda en la desgracia. El más popular y conocido de los tres es san Miguel, cuyo nombre casi ha eclipsado el de los otros dos como titulares del día 29. Se trata de una época del año en que los últimos frutos han madurado ya y están a punto para su recogida. Era también la fecha elegida para la finalización de los contratos agrícolas. Puesto que meteorológicamente es una etapa crítica, la tradición popular la ha elegido para numerosos refranes que hacen alusión incluso a épocas posteriores, desde el veranillo de san Miguel hasta la Navidad.

 
RECUERDA:

 
La buena miel, por san Miguel
Por san Miguel, el calor se va al cielo
Si llueve por san Galo, llueve cien días
Por san Miguel, cualquier trozo sabe a miel
Octubre siete lunas cubre, y, si llueve, cubre nieve
Tramuntana per sant Miquel, tot l’any miraràs al cel
Si hace bueno por san Galo, hace bueno hasta Navidad
Cuando el Ángel se moja las alas, llueve hasta Navidad

 Por san Simón muere la mosca y el moscón

martes, 27 de septiembre de 2016

Apostillas al refranero. Vocación


            Desde niño me inculcaron con la palabra y con el ejemplo el respeto a los mayores, el amor a los semejantes y el desapego al dinero. En la Universidad entendí y decidí lo que deseaba que mi vida fuera: educar, formar y preparar a los jóvenes que buscaban acceder a los estudios universitarios, entregándoles lo mejor que en mí había. Cuando cumplía con la obligación del servicio militar, un día, en los tediosos de la canícula en un campamento militar en El Ferral, en León, en una clase teórica, un teniente jovencito sostuvo que ni él ni ningún militar, lo mismo que profesor alguno llegarían jamás a ser ricos, entendiendo la palabra en el sentido crematístico; sin embargo, poseerían la satisfacción de haber entregado lo mejor de sí a quienes con ellos se hubieran formado. Me agradaba aquella persona por su comprensión hacia los reclutas y por lo consecuente que era en su actuación respecto a sus ideas; mas a partir de ese día sentí admiración por él, y, aunque no he vuelto a saber nada de su vida y ni siquiera recuerde su nombre, lo he sentido siempre muy cercano pues sus ideas corroboraban las mías. Y, supongo que, como yo, se entregaría de lleno a su tarea. Y, por tanto, pienso que, como yo, tampoco él se ha preocupado jamás de aspectos materiales más que los necesarios para satisfacer las necesidades familiares; que nunca ha evadido capitales en paraísos fiscales del Caribe, ni en Bermudas, ni en Caimán ni en las Vírgenes, ni en Panamá, ni en la Dominica o en Granada; ni siquiera en Mónaco, Lienchtenstein o Gibraltar; y mucho menos en Omán, Bahrein, Macao o las Marianas; y ya ni pensar en las Fiji, las Cook o las Solomon. Ni en dólares, ni en activos inmoviliarios, ni en obras de arte. Porque, como afirmó aquel día, sus valores están por encima del tener y poseer.

 
RECUERDA:

 Más vale rico pobre que pobre rico
La riqueza es vecina de la soberbia
No crece el río sólo con agua limpia
Rico es el que nada tiene y nada desea
Paga lo que debes y sabrás lo que tienes
De rico a soberbio no hay un palmo entero
Hartas riquezas tiene quien más no quiere
¿Qué mejor almohada que no saber del mañana?

 Bien predica fray ejemplo sin alborotar el templo

domingo, 18 de septiembre de 2016

Apostillas al refranero. Fertilidad


            Una de las cosas que más ha preocupado a los seres humanos a lo largo de los tiempos ha sido la fertilidad, en los campos, en los animales, y sobre todo la de la propia especie. La esterilidad era considerada una maldición atribuible a múltiples causas. Nuestros antepasados remotos culparon durante siglos y siglos a la mujer del problema, así que en ellas había de provocarse el remedio a fin de conseguir la fertilidad. En Aragón, los remedios propuestos fueron variopintos. Uno de ellos era las piedras: En el Montsec, entre Aragón y Cataluña, existen fósiles coralinos, unos, los cyclolites, con forma de vulva, y otros, las placosmilias, con forma de falo. Las parejas con problemas de fecundidad acudían a ese monte. Cada uno recogía los fósiles correspondientes y adecuados y después se unían. Otra solución era que la mujer entrara en contacto con rocas faliformes, puesto que provocaban el amor y remediaban a las estériles, como los mallos de Riglos, agujas enormes cuyos trescientos y pico metros de altura miran con desprecio no solo el tamaño del caserío sino el de la torre de la iglesia que se alza a sus pies. En Daroca, en el lienzo de la muralla, se halla la picha de Sansón, y en Alcalá de la Selva, Teruel, se dice que la roca conocida como Piedra del sapo potencia la sexualidad a quienes la golpean tres veces en noche de luna llena.  También las aguas pueden remediar la infertilidad, sobre todo la de fuentes cercanas a ermitas. Y si no se encontrara la solución por estos métodos, cabría recurrir a los saltos de la novia, una especie de danzas rituales que se llevaban a cabo en determinadas fiestas, como santa Águeda, o al roce con aldabas fálicas como las de la zona de Ribagorza, que se deben tocar, retocar y sobar hasta la saciedad. En fin, por intentarlo que no quede.

RECUERDA:

Venus duerme si Marte vela
Sea marido y sea el grano de mi hijo
Vos desnuda y yo en bragas, esas me hagas
A la mujer casada y casta, el marido le basta
Ni tan vieja que sea estéril ni tan moza que retoce
A la preñada, hasta que para, y a la parida, cada día
A la mujer preñada, besarla, y lo demás, hasta que para
Una vez es escasez, dos gentileza, tres valentía, cuatro bellaquería

 El vivir templadamente hace sana y rica a la gente

lunes, 12 de septiembre de 2016

Apostillas al refranero. Encortamiento


            Una de las creencias populares más chocantes en ciertas zonas aragonesas era el encortamiento, pronunciado coloquialmente como ‘incortamiento’. Consiste en ligar a un miembro del matrimonio recién contraído o a los dos, es decir en usar algún maleficio contra los recién maridados a fin de hacerles imposible la procreación. Claro está, los agentes del encortamiento eran siempre alguna bruja o brujón, que actuaba conforme a lo que alguien, que quería mal a los casados, deseaba. Para encortar al novio se podía anudar su pañuelo sin que él lo supiera. Podía también ligarse a los casados haciendo un nudo en el colchón con un cordel o simplemente colocando una cuerda anudada bajo la almohada. Parece ser que con desanudarlos, se acababa el encortamiento, pero, claro, el problema era saber dónde residía el mal; porque imaginaos que un encortado estuviera en la cama y se fuera a subir a ella el otro, y se encontrara con que el ya encamado se fuera al suelo quisieras que no, de modo que no pudieran estar juntitos ni a la de tres. ¡Qué terrible! Convenía, pues, prevenir el encortamiento. Para ello cabían distintas soluciones como que el novio y la novia llevaran el día de la boda una moneda de plata en el zapato a fin de que las brujas se chincharan y no pudieran actuar. La moneda de plata podía también colocarse en el traje de la novia, incluso podía evitarse el ser ligados con las tartas de la boda: primero comía la novia lo que le apetecía de la ración que le tocaba y el novio acababa lo que ella dejaba. En el peor de los casos, existía un método tan efectivo como los otros, aunque más complicado y espectacular que era entrar a la novia en el nido de los recién casados no por la puerta sino por una ventana o por el balcón.

RECUERDA:

En casa del ruin, la mujer es el alguacil
En la boda, quien menos come es la novia
Ahora que tengo potro pongo la vista en otro
Dichoso el golondrino que habita en su nido
Ten a tu esposa cariño, y las manos en los bolsillos
Tira el buey, tira la vaca; más puede el buey que la vaca
En casa del mezquino, más manda la mujer que el marido
Los que duermen en el mismo jergón acaban siendo de la misma opinión

 Si buscas mujer y no dama, que no tenga ni buena ni mala fama.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Apostilas al refranero. Alquézar III


            Y allá en lo alto de la cresta rocosa, dominando los cañones del Vero y protegiendo el caserío que se extiende a sus pies, rodeado por murallas almenadas, se encuentra el conjunto que forman el antiguo castillo medieval, del que se conserva un torreón y algunos lienzos de muralla, y la colegiata, levantada en el siglo XVI sobre el antiguo templo románico, del que solo queda parte del atrio, decorado con capiteles con escenas de episodios narrados en el Génesis. Es la colegiata un templo de una sola nave, con bóvedas de crucería estrellada y altar mayor concebido como monumental sagrario, según es frecuente en la zona, pues, dotado de un óculo central, permite la exposición constante del Santísimo, ya que el óculo sería la ventana del sagrario, la ventana, en este caso, de una habitación donde se reserva la Eucaristía. Y tampoco podía escapar la colegiata, como es habitual en edificio que se precie en el Somontano, a la ostentación de su fantasma. Cuentan que cierto monje recorre la colegiata y en determinadas circunstancias hace tañer una campana cuyo sonido anuncia que ha acontecido un hecho extraordinario no deseado o el fallecimiento de algún pecador irredento. Vox populi, el fantasma de la colegiata es un antiguo anacoreta del santuario de la Virgen de Lecina. Persona muy sobria en costumbres  y prudente en todo, cometió un pequeño desliz con una morica a cuyos encantos sucumbió. Arrepentido de su falta, se sometió a las penitencias más duras hasta que murió en soledad y fue enterrado por pastores que habían visto sus actos de arrepentimiento. A pesar de todo, ¡pobre alma en pena!, la suya vaga por la colegiata sin posibilidad de descanso.

RECUERDA:

El que mal vive, poco vive
El yerro del médico la tierra lo tapa
El gato escaldado del agua fría huye
Pues que el amor lo hace, requiescat in pace
Nunca diga el caminante: ‘De esta agua no beberé’
Quien da lo suyo antes de morir prepárese a sufrir
Salir al lobo al camino, como la gansa de Cantimpalos
 ‘¡Qué linda mata de romero!’, y era un cardo borriquero

 Si la lengua erró, el corazón no

lunes, 29 de agosto de 2016

Apostillas al refranero. Olímpicos


Todos los medios de comunicación se han venido hinchendo a lo largo de este calurosísimo agosto de 2016 de imágenes espectaculares, por una razón u otra, de quienes han competido en las olimpiadas de Río de Janeiro y han conseguido alguna medalla o algún diploma. No importa la disciplina en que se haya obtenido, en la enorme mayoría de los casos, los datos son muy similares: el esfuerzo, la entrega, el orden, la constancia, el entrenamiento, la superación, el sacrificio, la privación, la disciplina el trabajo en equipo no solo de quienes competían sino de la serie de colaboradores: entrenadores, fisioterapeutas, psicólogos que preparan, disponen y empujan para poder cumplir los postulados del lema olímpico: citius, altius, fortior. Ellos son quienes difuminan y borran los momentos de desaliento, quienes enseñan a olvidar la fatiga, quienes resuelven las dudas y vencen los titubeos y vacilaciones. Y junto a ellos, los miembros de la familia que apoyan con su presencia y aliento y hacen que no se sientan jamás solos. A todos, palma y corona de olivo; a todos, honor y gloria.

RECUERDA:

 Quien no padece no merece
Obra acabada, premio aguarda
A quien no sirve para gallo, capallo
Si no se pisa el barro, no se hace el jarro
A quien Dios bien quiere, la hormiga a buscarlo viene
Quien hace un cesto hace ciento, si le dan mimbres y tiempo
La mano derecha es la que se afana, que la izquierda poco gana

 El esfuerzo en la desesperación crece y dobla el corazón

 

lunes, 22 de agosto de 2016

Apostillas al refranero. Alquézar II


            Tras la sorpresa paisajística, lo que me llamó la atención en mi visita a Alquézar fue las olletas colocadas en las chimeneas que desde la parada del BUS, a la vista de la iglesia de san Miguel, se divisaban. Os aseguro que no había ni una sola que no ostentase la olleta correspondiente, destinada a impedir que las brujas entrasen en la casa por la chimenea e hiciesen mal a las personas que en ella habitaban o a los animales que con ellas convivían. Y es que hasta bien entrado el siglo XX han existido arraigadas creencias en la zona entroncadas en brujas, seres que inspiraban sentimientos de terror y espanto en los lugareños. Era la bruja un ser de apariencia humana, dotado de gran poder para hacer el mal, que vivía de forma anónima entre sus vecinos, a veces incluso formaba parte de una familia, a los que atormentaba de un modo u otro, aunque no fuera más que en sus bienes, campos o pertenencias. Se deslizaban e introducían en las casas ajenas por cualquier resquicio, por la chimenea, por el agujero de la cerradura de la puerta, de modo que solo se podía impedir su entrada con amuletos. En las chimeneas, parece ser, las olletas, no tenían precio, y en las puertas de las casas o en las cuadras de los animales se las espantaba con uñas y patas de jabalíes o garras de las aves rapaces, a juzgar por los amuletos expuestos en la cercanía de la Capilla de las Nieves o en la plaza de mosén Rafael Ayerbe o allá donde uno quisiera dirigir la vista en el tránsito por las estrechas, solitarias, cuidadas y limpias calles de la villa.

RECUERDA:

A mal tiempo buena cara
Todo se andará si la vara no se rompe
Quien no tiene cabeza tiene que tener pies
No hay peor sordo que el que no quiere oír
Si de alguno te quieres vengar, has de esperar
El hueso que te cupo en parte, róelo con gentil arte
Con el tiempo todo se sabe y todo se olvida y todo se deshace

 Huerto sin agua, casa sin tejado y mujer sin amor, malas cosas son

viernes, 19 de agosto de 2016

Apostillas al refranero. Veteranía


            Dice el refranero español que sabe más el diablo por viejo que por diablo. Yo añadiría también que por gallego, por astuto. Y, en efecto, el gallego aspirante a Presidente y actual Presidente en funciones, dio a entender que no le agradaban las condiciones que trataba de imponerle el bisoño jefe de Ciudadanos, por lo que fingió la necesidad de consultar a Comité Ejecutivo de su partido. En cuanto pareció que Rajoy y Rivera no llegarían a un acuerdo, el también joven y bisoño podemita alzó la cresta, digo la voz, para proponer una vez más al líder del PSOE, el no menos bisoño Pdr Snchz, diálogo para la creación de un gobierno alternativo. Aunque este no contestó a la demanda, sí que pidió al gallego fecha para la investidura. Por lo que se ha podido saber, en la reunión del Comité ejecutivo ni siquiera se trató el tema por el que se suponía se celebraba la reunión y además el pontevedrés señaló como primera fecha para la elección del candidato el 30 de agosto, cosa que nadie esperaba hiciera. La cuestión es que con las idas y las venidas, todos habían revelado su postura. De modo que las posibilidades futuras podrían ser las de una alianza de PSOE, antisistema y secesionistas, que no augura sino ruina por todas partes; o la elección de Rajoy al segundo intento con el apoyo de Ciudadanos y CC., siempre que el PSOE se abstuviera, algo hoy por hoy inviable dada la tozudez de ‘no es no’; o repetir las elecciones en torno a fechas navideñas. ¡Haced cábalas y conjeturad!

 
RECUERDA:

 ¿A mí que las vendo?
La veteranía es un grado
¿A los gitanos caracoles?
Cuando tú vas yo vuelvo
Primero fui yo puta que tú rufián
Cuando vos ibais ayer, ya venía yo de moler
¿A mí con cañas que soy el padre de las castañas?

 Uno come la fruta ácida y otro tiene la dentera

martes, 16 de agosto de 2016

Apostillas al refranero. Alquézar I


         Conocer los aledaños de la sierra de Guara en la segunda semana de febrero de un año en que la meteorología de esa fecha era más propia de la primavera avanzada es un privilegio raro para el visitante pues goza de las ventajas primaverales en temperatura o facilidad de desplazamiento, sin tener que soportar los inconvenientes del agobio del turismo. Me refiero a mi visita a Alquézar, una de las localidades más hermosas de cuantas he conocido. En un promontorio, a orillas del río Vero se elevan restos de un castillo musulmán edificado en el siglo IX y una Colegiata del siglo XVI, a cuyos pies descansa mirando al sur una villa de traza medieval. Amurallado el promontorio para ser defendido de posibles ataques cristianos, constituyó uno de los puntos clave del cinturón que en torno a Barbastro trazaron los musulmanes. A pesar de todos los pesares, la fortificación cayó en manos cristianas en el segundo tercio del siglo XI, hacia el 1065, según cuenta la leyenda gracias a la intervención de una joven. Parece ser que el jefe de la fortaleza de aquella época ordenó hacer una requisa de doncellas, claro está, cristianas. Una de las elegidas, poseía una envidiable cabellera en cuya maraña ocultó una peineta de metal de aceradas púas. Separada de su familia a viva fuerza, fingió someterse a sus raptores. Se vistió para el sarao que proyectaban con las mejores y más sugerentes telas que pusieron a su alcance, participó activamente en el festejo y encandiló al jefe quien, un tanto obnubilado ordenó la llevaran a sus aposentos, donde la muchacha acabó clavándole la peineta reiteradamente, hasta que tuvo la certeza de que había muerto. Limpió la sangre con el lienzo blanco que los había cubierto y al amanecer lo mostró desde una ventana a los cristianos, que esperaban la señal para atacar la fortaleza, a la que lograron expugnar dada la desmoralización de sus adversarios por la falta de líder.
 

RECUERDA:

 De la ocasión nace la tentación
El melón y la mujer, por el pezón
El agua y la mujer a nada han de oler
El melón y la mujer a la cala han de ser
En el andar y en el beber se conoce a la mujer
Ánade, mujer y cabra, mala cosa si son magras
El huevo por la yema, y la mujer por la apariencia
Las mujeres, aun sin maestro, saben llorar, mentir y bailar

 No creas a hembra ninguna, que se mudan más presto que la  luna